Paula Corroto
El filósofo alemán Rüdiger Safranski (Rottweill, 1945) inauguró ayer la 70 edición de la Feria del Libro de Madrid. Safranski, cuya tesis doctoral fue Estudios sobre el desarrollo de la literatura obrera en la República Federal Alemana, es hoy en día uno de los mayores conocedores de la filosofía de Schopenhauer, Schiller o Rousseau. Ayer confrontó sus pensamientos a los movimientos de protesta que se están sucediendo en todas las plazas de España.
Usted ha dicho que las revoluciones antisistema proceden del Romanticismo. ¿Qué impulsa a la conocida como spanish revolution'?
No soy del todo consciente sobre si ese Romanticismo forma parte de lo que está ocurriendo en España, pero si miramos con cierta perspectiva, sí podemos observar que hay una ola de rebeldía y, sobre todo, un deseo de que las cosas pueden ser diferentes. Y esto siempre han sido pilares del Romanticismo.
¿Por qué cree que ha estallado en España y no en otro país europeo?
En Europa estamos todos sufriendo una crisis económica muy fuerte, sin embargo, en España, además, han surgido protestas contra la cultura política que se ha practicado en los últimos años. La gente está resentida con la economía, pero también se han dado cuenta de que los problemas del futuro tienen que ver con la responsabilidad de los políticos. Por tanto, lo que explica estos movimientos es la unión de una crisis económica y una crisis del sistema político.
"Las protestas nacen de la unión de la crisis económica y política"
¿Está naciendo una nueva época idealista?
Yo deseo que el Idealismo domine los intereses de las personas y no sólo las razones económicas, como ha sucedido en los últimos tiempos. El Idealismo siempre es algo bueno. Ahora bien, también debe ser corregido por el Realismo. En cualquier caso, sin Idealismo no hay entusiasmo, ni deseo, ni optimismo, ni autoestima. Al Idealismo o al Romanticismo, como decíamos antes, pertenecen todos estos conceptos.
¿Cuál cree que puede ser el resultado de estas manifestaciones que se están viviendo en España?
El problema es que los partidos políticos se han aislado de sus bases. Si no tiene lugar una reforma del sistema político, en Grecia o en España... Es necesario que el sistema político cambie y vuelva a sentir empatía hacia los ciudadanos. Si ese fuera el resultado de estas revoluciones, entonces habrían tenido resultados.
"La cultura pop juega un papel más importante que la alta filosofía"
¿Qué filósofos se hallan detrás de este movimiento?
Marx estaba detrás de los movimientos del 68. Sin embargo, ahora creo que no hay una gran figura filosófica detrás de estas revoluciones. Es algo que está más en el debate. Yo creo que la rebeldía de los jóvenes de hoy no necesita una figura filosófica importante en la que apoyarse. Quizá la cultura pop está jugando un papel más importante que la "alta filosofía".
Y quizá el humanismo.
Claro. Tanto en España como en Alemania tenemos el problema de que las reflexiones sobre el ser humano han tenido últimamente una perspectiva económica. Y esto lo que consigue es agitar los sentimientos de violencia en el ser humano, porque la vida es algo más que la economía.
"Sin idealismo no hay entusiasmo, ni optimismo, ni autoestima"
Por cierto, en los años 20-30, el paro, la crisis económica, dieron lugar a la aparición del Partido Nazi. ¿Corremos ese peligro?
La diferencia es que los tiempos para los nacionalismos ahora no son buenos. ¿Por qué? La mayoría de los problemas que tenemos no pueden ser resueltos desde el ámbito nacional. Esto es resultado de la globalización. Por eso no existe el peligro del nacionalismo, pero quizá sí pueden reaccionar algunos grupúsculos y puede haber un rebrote de los partidos conservadores.
¿Qué papel ha tenido la globalización en estos movimientos?
La gente joven maneja internet de una forma muy activa. Esto es una gran diferencia con respecto a lo que hizo mi generación. Y es lo que le ha dado un cariz global y diferente a lo que pudimos hacer nosotros en el 68.