miércoles, 30 de noviembre de 2011

La amenaza de los "indignados"

Las críticas, por no decir descalificaciones, al movimiento mundial que en unos lugares se conoce como indignados y en otros ocupas se han concentrado en denunciar la falta de demandas claras. Sin embargo, los recientes desalojos en Nueva York, París, Zurich y Londres demuestran que los gobiernos de esos países consideran al movimiento como una amenaza, a pesar de su supuesta incapacidad para definir objetivos y fines específicos. Parece ser que unas cuantas decenas o centenas de personas acampando en parques públicos o privados constituyen un insoportable desafío para los dueños del dinero en el mundo a pesar de que, según ellos, nadie comprende que quieren estos manifestantes. Por su parte, los banqueros están planeando atacar a los ocupas de Wall Street con un ‘discurso negativo’ que, ampliado por los medios que controlan, intentaría desprestigiar al movimiento. La empresa Clark Lytle Geduldig & Cranford (CLGC) sugiere que “Quizá sea fácil rechazar al OWS como un grupo de manifestantes desordenados, pero está demostrado que deberían ser tratados como competidores organizados, muy hábiles y capaces de hacer mover a los medios (...) Para contrarrestar esto, tenemos que hacer lo mismo.” (http://www.jornada.unam.mx/2011/11/20/economia/025n1eco)

Los movimientos sociales posteriores al levantamiento indígena de 1994 en Chiapas poseen una serie de características que para las instituciones políticas tradicionales y sus corifeos son un misterio pero sobre todo una amenaza. El mundo de la política tradicional considera que un movimiento que no tiene un impacto inmediato y mensurable en la realidad y en las instituciones políticas o económicas simple y sencillamente no sirve para nada, pero no por ello dejan de reprimirlos y criminalizarlos sistemáticamente. Para nadie resulta un secreto que los políticos tradicionales se comportan como los empresarios, procurando que las ganancias, políticas o monetarias -que para el caso son lo mismo- sean en el corto plazo. En este sentido, todo lo que no deje ganancia hoy no sirve. Y es aquí donde radica una de las características del movimiento mundial en cuestión: no quiere ganancias rápidas sino inversiones a mediano y largo plazo. El objetivo principal del movimiento mundial es visibilizar la relación perversa entre los gobiernos y las corporaciones internacionales, basada en el lucro, para que las personas que luchan todos los días para sobrevivir se den cuenta de la vida miserable que nos ofrece el capitalismo mundial.

En efecto, a partir de 1994, los movimientos sociales han procurado comunicarse con la sociedad, manteniendo la interlocución con el estado en un segundo plano, para hacerle ver cuáles son los mecanismos que perpetúan la dominación, la explotación del hombre por el hombre. No pretenden tapar el sol con un dedo o caer en el dilema de todo o nada sino construir un discurso coherente que impacte no sólo a la inteligencia sino a los corazones de millones de personas que han visto la depredación de nuestro entorno vital y la pauperización de nuestras vidas y del futuro de nuestros hijos. Y dadas las circunstancias, caracterizadas por un monopolio mediático en todo el mundo, no es tarea fácil. Hoy los medios de comunicación son la principal arma de los dueños del dinero para persuadir a la población de las ‘bondades’ del capitalismo por lo que producir un discurso alternativo es el punto de partida de cualquier movimiento social contemporáneo.

Cuando el emperador chino decide ponerse un traje imaginario para impresionar a la corte sufre la mayor de las humillaciones cuando un niño exclama: ¡el emperador está desnudo! Y eso es exactamente lo que miles de personas están haciendo al reunirse en espacios públicos. Están diciendo simple y sencillamente que el capitalismo va desnudo, que sus ropajes ideológicos como la democracia liberal, los sistemas de gobierno, el desarrollo económico y el crecimiento, el progreso tecnológico y la libertad para consumir, no pueden ocultar más su comportamiento psicópata, su cinismo y corrupción, su incapacidad para construir sociedades en las que se pueda vivir con dignidad. Y si esto no es un objetivo claro, una demanda definida -mas allá de las diferencias lógicas producto de la enorme diversidad de un movimiento social mundial- pues entonces no entiendo nada. Y me da la impresión de que los dueños del dinero y sus empleados, los gobernantes, lo tiene muy claro también – como se señala arriba- aunque se empeñen en difundir la idea de que los indignados/ocupas carecen de demandas. Más bien lo que están buscando -con ayuda de los remanentes de la izquierda ortodoxa mundial- es que los destinatarios del mensaje, o sea ese 99%, se confunda y los escuche a ellos en lugar de a los que gritan a todo el mundo: ¡el capitalismo va desnudo! Sus ropajes ideológicos están deshechos y no pueden ocultar más sus miserias y sus mentiras.

Por lo que respecta a las formas de organización, en particular la asamblea popular, se puede argumentar lo complicado que es llegar a acuerdos y la posibilidad de que grupos politizados las manipulen pero a estas alturas es preferible que sean los que participan en ellas los que se equivoquen en lugar de las dirigencias partidistas o de organizaciones de izquierda tradicional. Las asambleas es un medio para construir una sociedad que reconozca su diversidad y su capacidad para tomar decisiones. En la medida en que esto suceda el medio se enlaza directamente con el fin último del movimiento: la posibilidad de vivir con dignidad. Para muchas personas que desconfían de los mecanismos de representación, la única posibilidad de manifestarse genuinamente se encuentra en las asambleas, en donde podrán escucharse a sí mismo, independientemente de que lo que digan ‘sirva’ al movimiento. Ocupar espacios públicos y organizar una base territorial expresa claramente la intención del movimiento de recuperar espacios, hacerse notar por el ciudadano común y corriente y desarrollar una solidaridad, una identidad a partir de experimentar condiciones similares y socializar formas de pensar y vivir.

Por último, las formas de acción giran alrededor de la lucha pacífica y global. La jornada mundial articuló protestas en un mismo día alrededor del mundo. Los que participaron en el 15O lograron comunicarse con muchas personas a miles de kilómetros de distancia, en tiempo real, articulando por primera vez una protesta que ha sido el sueño los teóricos de la revolución mundial. Y a reserva de valorarla en su justa dimensión, dicha jornada resultó un experimento que pone en la mesa la posibilidad de realizar acciones coordinadas en muchos países y ciudades enriqueciendo las formas de acción de los movimientos sociales.

Por todo lo anterior y sin caer en el optimismo exagerado el movimiento social mundial posee un elemento de identidad colectiva que gira alrededor de un objetivo claro: levantarle las faldas al capitalismo para mostrar sus miserias en un lenguaje sencillo y comprensible para la mayoría de la población mundial. Y ese es un objetivo digno de los tiempos en que vivimos, un objetivo por el que vale la pena vivir.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Vuelta a El laberinto de la representación

Apenas el domingo pasado, tras emitir su voto en las elecciones ibéricas, el presidente saliente del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró: “El voto es el mejor camino para afrontar los problemas que nuestro país tiene”.

Un día antes, en Torreón, Coahuila, Andrés Manuel López Obrador, en el marco de una gira por el norte del país, advirtió (parafraseando): votar, única forma de transformar al país.

Estas declaraciones de dos protagonistas de la arena política mundial, naturalmente desacertadas pero comprensibles, forman parte de un discurso que, no obstante su nulo apego con la realidad, continúa surtiendo efecto en ciertos sectores de la sociedad, especialmente entre la cada vez más reducida e irascible clase media. Vuelve la burra al trigo: la sociedad civil frente a un dilema trillado: tomar parte o abstenerse en las jornadas comiciales, sabedora de la inutilidad política de este sistema de participación ciudadana.

El 2012 será un año particularmente duro para la llamada “democracia electoral” regional; año en que se empalman las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos y México. Cuando decimos que será un año duro, nos referimos no sólo a las controversias que previsiblemente van a seguir a los comicios, ya que se espera un cierre apretado, sino en particular al descrédito que va a sufrir todo el sistema de votación y representación en ambos países, como ha ocurrido ya en España, donde hubo una abstención significativa en las últimas elecciones. Si bien los estratos medios se van a dar cita en las urnas para ejercer el derecho (bastante incoloro) de depositar una papeleta con el nombre de un candidato que fue previamente elegido por la cúpula de un consejo partidista, con el previo aval de una cúpula de hombres de negocios con evidente filiación político-empresarial e intereses tercamente antipopulares, cabe anticipar la presencia de tres componentes inescapables: polarización, abstencionismo, y el desencanto habitual, pero esta vez seguido de una agitación que desencadenará una resistencia, o bien, una impugnación sin rubor de los mecanismos de representación política.

En México se prevé un escenario análogo al 2006: un candidato con el apoyo irrestricto de los poderes fácticos, y un contendiente con una plataforma electoral marcadamente popular que las élites miran con un recelo casi dogmático, no obstante su discurso modulado. (La propuesta de López Obrador está más próxima al lulismo en Brasil –permisivo con las operaciones del capital transnacional– que al chavismo en Venezuela). Mientras que en Estados Unidos, el escenario electoral es aún más descolorido: la continuidad de Barack Obama, republicano de closet, o el retorno anunciado de los republicanos a la Casa Blanca (hoy Negra), cuyos aspirantes fuertes son Sarah Palin, ex gobernadora de Alaska, y Mitt Romney, ex gobernador de Massachusetts. Allí la disyuntiva es todavía más sombría: un esbirro cauto del capital financiero, o un(a) lunático(a) fundamentalista impulsor de políticas domésticas racistas articuladas a una franca vocación imperial.

En todo caso podemos augurar una crisis del sistema de votación y representación existente. Las urnas nos son la vía ideal –pese a la insistencia de los actores gubernativos– para el ejercicio de derechos políticos. La democracia electoral es más bien un recurso para suspender indefinidamente la transformación del sistema político.

Es más que factible que al término de los respectivos períodos electorales, en Estados Unidos y en México, una vasta gama de segmentos sociales, ante el inexorable desencanto, reivindique activamente el más consecuente de los argumentos anti-electorales: “Si el voto cambiara algo, sería ilegal”.

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Las ‘novedades’ del 2012

Las candidaturas para competir por la presidencia de la república están prácticamente definidas. La ‘izquierda’ resolvió un conflicto largamente esperado con una encuesta virtual, pues nadie sabe a ciencia cierta como la hicieron, mientras que el dinosaurio parece mantener la unidad gracias a los madruguetes de su dirigencia. Sólo faltan los panistas por decidirse, presionados ahora por la ventaja táctica de los acuerdos en lo oscurito de sus oponentes, aunque todo parece indicar que, ya sea Chepina o el chico palacio, van a quedar en tercer lugar. Los resultados en Michoacán dejaron claro que el voto de castigo ahora va a ser para el PAN.

Haiga sido como haiga sido, la composición de la boleta electoral del 2012 reflejará la ausencia de mecanismos democráticos para designar a los candidatos, aun en el caso de que el PAN simule realizar una contienda interna para designar al suyo. Recordemos que éste último partido elige candidatos en asamblea compuesta por sus caciques regionales más un consejo de notables encabezado por personajes de dudosa reputación, como Diego Fernández, evitando así que la militancia intervenga de manera directa. Nada nuevo por ese lado pues.

Las novedades del proceso, exagerando bastante, serían por un lado la transformación del discurso y la imagen del llamado ‘mesías tropical’ por el intelectual conservador que prefiere los mesías ibéricos, faltaba más. Hay de mesías a mesías. El peje parece seguir la otra senda, la de Lula, modificando su discurso para hacerlo más accesible a los dueños del dinero, en particular las televisoras, perdonándolos por todo lo que le hicieron en el 2006. Además el tabasqueño ha contratado al más poderoso creador de imagen en nuestros días, Mr. Photoshop, para quitarse las arrugas, las ojeras, los cachetes de cochinito avejentado y aparecer más joven que hace cinco años. Adiós al gallito en el cabello que tanto dio de que hablar. Y si no me cree échele un ojito (sin albur claro) a su página en internet y compárelo con la realidad.

Por su parte, el copete más famoso del país quiere alejarse de su imagen superficial que lo ha posicionado como el metrosexual por excelencia de nuestro país (aunque Don Beltrone no canta mal las rancheras en ese departamento aunque no le alcanzó) para darse aires de intelectual presentando un libro que tiene un título que me recuerda más los libros de autoayuda que los ensayos políticos: “México, La Gran Esperanza: Un Estado Eficaz para una Democracia de Resultados”. Para que se vea que va en serio en sus aspiraciones intelectuales lo acompañarán nada menos que Héctor Aguilar Camín, (¿o será Mamín? Elija el que mas le guste) y Jaime Sánchez Susarrey, flamantes doctores en el arte de vender kk a precio de oro.

Y si todo sigue como va, el PAN -ése partido que se opone sin titubeos a la libertad de las mujeres para decidir sobre su cuerpo- tendrá una mujer como candidata, la cual surgirá de un proceso interno aunque con las limitaciones ya mencionadas. Como no cuenta con el apoyo de señor de los vinos, última hora éste hace alianza con el PRI para evitar la llegada de su otrora contrincante y salvar a México, una vez más.

En todo caso, más allá del resultado de la elección presidencial, los candidatos serán simples imágenes virtuales que tendrán la finalidad de ocultar sus miserias y sus ansias de poder; gane quien gane las cosas va a seguir igual o peor. De eso ni duda cabe.

sábado, 19 de noviembre de 2011

La senda y el cosmos

En Todos los nombres, José Saramago escribe: “… lo que da verdadero sentido al encuentro es la búsqueda y que es preciso andar mucho para alcanzar lo que está cerca”.

Desde tiempos inmemoriales los hombres han buscado, literalmente, por cielo, tierra y mar, el sentido, el componente trascendente de la vida. Infelizmente, en esta misión humana, los descalabros eclipsan las proezas dignas de evocación. Pero entiéndase esto último en términos estrictamente cuantitativos. Pues visto a través de una óptica cualitativa, imperiosamente nos sentimos conmovidos por el ingenio, la voluntad e imaginación cultivados en los grandes designios humanos

En el antiguo Egipto, los habitantes de las diversas aldeas confederadas consideraban que las relaciones humanas debían explicarse en función de la unión, presumiblemente orgánica, entre el hombre, la Tierra y los cielos. El cosmos poseía un papel central en la vida de estos pueblos. El sol era el rey. La construcción de elevadas pirámides tenía por objeto tender un puente entre el reino terrenal y el reino celestial. Los griegos llegaron a especular que estos templos egipcios (La Gran Pirámide de Keops) simbolizaban cordones umbilicales que unían la Tierra con el cielo: paradigma de lo mitológico como búsqueda.

Los antiguos griegos debieron buscar profusamente para encontrarse con la polis. La cosmovisión de los griegos ponía acento en la integración política-cosmopolita de los hombres en una ciudad-estado. Una suerte de microcosmos en el que cada hombre le sería asignado su función social con base en su destreza, espíritu y cualidades innatas, priorizando la armonía entre clases. Para la filosofía helénica, lo más importante en el hombre era la justicia, cuya procuración correspondía al Estado. En Grecia, el sentido de la vida se descubría en las ideas –la Idea, o bien, el Ideal– de justicia, gobierno ciudadano, democracia.

Más tarde vino la redención del hombre por la muerte y resurrección de Dios, y la creencia en una vida repleta de sacrificios prescritos como boleto de entrada al cielo, ambas figuras del cristianismo. Aquí también, como en los egipcios, el reino celestial interviene, en el imaginario colectivo, a la manera de una farola que ilumina el camino, traza la senda y confiere sentido a la existencia.

El siglo XX fue testigo de un mesianismo terrenal. Los hombres oprimidos creían que la historia estaba de su lado. Creían ciegamente que el camino a seguir era la revolución política, la conquista del poder. La implacable razón de Estado daba sentido a las acciones del hombre, que quería adueñarse de su destino, haciendo del destino su dueño (determinismo).

Cierto es que hemos andado mucho, que el hombre no renuncia a la búsqueda, que hemos recuperado la voluntad que la modernidad pretendió arrebatarnos. En el campamento de OWS (Ocupa Wall Street), una mujer declara a un reportero, que lo importante de la movilización global es el encuentro con el otro, “sencillamente darle la mano al prójimo”. Para los ocupas e indignados, la unión del cosmos con el reino terrenal, se cristaliza en la unión del hombre con el hombre. Tiene razón Saramago: “es preciso andar mucho para alcanzar lo que está cerca”.

Y no obstante la reiterada crítica a los nuevos movimientos respecto a que carecen de una agenda programática precisa, cabe advertir que exactamente allí reside su carácter trascendente, mesiánico, cosmogónico. No quieren fórmulas preestablecidas: han de descubrir el sendero al andar. Intuyen que “lo que da verdadero sentido al encuentro es la búsqueda”.

Ocupas e indignados, movimientos marcadamente urbanos que enarbolan una serie de valores que igualmente reivindican sus homólogos rurales en las comunidades autónomas en Chiapas (soberanía, autosuficiencia, dignidad, ética con vocación anti-poder, justicia, libertad sin adjetivos accesorios), han conquistado lo que pocos levantamientos han conseguido incluso en un plazo de operación más largo: a saber, la vertiginosa ruina ideológica de un sistema de opresión, y la inauguración, si bien aún microcósmica, de una ética sin velos mitológicos, divinos o doctrinarios.

Su existencia es un triunfo imperecedero de la ética. La senda que trazan está más allá de la victoria o la derrota política (clásica disyuntiva alienante). La “búsqueda” de estos movimientos supone un revés categórico a la podredumbre del proceso civilizatorio. La suya es una conquista de la humanidad.

En Vuelta a El laberinto de la soledad, Octavio Paz reitera: “No hay sentido: hay búsqueda de sentido”.

El mundo se acerca con paso firme al encuentro.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Indignación en Harvard

Julia Evelyn

Un un hecho insólito, digno de ser incluido en la saga de “Aunque usted no lo crea” de Ripley, el pasado 02.11.2011, un grupo de estudiantes de economía tomó la decisión de retirarse en bloque de la cátedra de Introducción a la Economía de la Universidad Harvard, en protesta por el contenido y el enfoque desde el cual se imparte esta materia.

¿Qué hay de asombroso en este hecho?. En primera lugar, la protesta tuvo como destinatario directo al conocido economista Gregory Mankiw, ex asesor del Presidente George W. Bush y autor de uno de los manuales de macroeconomía más utilizado en las escuelas de economía dentro y fuera de Estados unidos. En segundo lugar, porque de acuerdo a la carta entregada por los/as estudiantes antes de retirarse de la cátedra, el motivo de la protesta fue su indignación por lo que consideran el vacío intelectual y la corrupción moral y económica de gran parte del mundo académico, cómplices por acción u omisión en la actual crisis económica. Y en tercer lugar, se trata de un hecho insólito, porque los integrantes del movimiento estudiantil detrás de este hecho de indignación académica en contra del pensamiento único neoclásico, pertenecen a la élite económica, social y política de los Estados Unidos, que se forma en la Universidad de Harvard para dirigir las corporaciones empresariales globales y/o para asesorar a los gobiernos en materia de políticas económicas y financieras.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Rechazan que el vocablo agave sea una marca registrada

Angélica Enciso L.
La Jornada

Ante la propuesta del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) de que el vocablo agave sea una marca registrada, 115 investigadores, académicos e integrantes de organizaciones no gubernamentales expresaron su rechazo debido a que esto provocará costos biológicos, ecológicos, socioeconómicos y culturales.

El lunes entregaron una carta a la Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) para "externar su enérgica oposición a que el vocablo agave sea convertido en una marca regulada por el IMPI para uso exclusivo de las personas físicas o morales que se dediquen directamente a la producción de tequila, mezcal y bacanora y que cumplan las normas oficiales mexicanas (NOM) aplicables a dichos productos en las regiones de denominación de origen", informaron el Grupo de Estudios Ambientales (GEA) y El Poder del Consumidor.

Catarina Illsley, coordinadora de programa de manejo campesino de recursos naturales del GEA, dijo que la demanda es que la Cofemer rechace esta propuesta de declaratoria del IMPI, ya que si no acentuará la exclusión que han causado las denominaciones de origen tequila, mezcal y bacanora de los productores de destilados artesanales tradicionales que no están en las zonas geográficas consideradas por esas NOM, pero que tienen cientos de años produciéndolos.

Aseguró que esto llevará a la pérdida del patrimonio biológico e histórico-cultural de extensas zonas del país; empobrecerá a los pequeños productores tradicionales de elaboración de destilados de agave y amenazará el mercado de todos los productos de esta planta que actualmente existen.

Algunos de los argumentos expuestos en la carta por especialistas de al menos 25 instituciones científicas nacionales e internacionales y por ciudadanos, son que la declaratoria propuesta por el IMPI va en contra de la Ley de la Propiedad Industrial que prohíbe el registro de los nombres técnicos o de uso común de los productos.

Detallaron que existen evidencias científicas de que los agaves han sido usados por los pueblos nativos de México como fuente de fibra y alimento durante siglos y las "bebidas espirituosas" que de esta planta se obtienen tienen una antigüedad mínima de 400 años.

"A la fecha, estas bebidas destiladas o licores de agave, llamadas popularmente mezcales y que incluyen al tequila y al bacanora, se producen de manera tradicional en 26 entidades federativas a partir de por lo menos 39 especies de agave. La denominación de origen mezcal solamente incluye siete de estas 26 entidades, y sólo menciona explícitamente a cinco de estas 39 especies", agregan.

Las denominaciones de origen tequila y mezcal ya han excluido y dejado fuera de esta protección a un gran número de productores de bebidas destiladas de agave, así como a las especies y variedades que utilizan. Esto ha provocado el deterioro de las posibilidades de comercialización para todos aquellos productores que no están incluidos en las denominaciones de origen citadas, indicaron.

Para documentar nuestro optimismo

"¡Gracias!, ¡Gracias! ¡Gracias, generales!"
Javier Duarte de Ochoa, Gobernador de Veracruz

Primer informe de gobierno

¡Y los que faltan!

martes, 15 de noviembre de 2011

Desgobernación

"Y es que esto no es un gobierno, sino una administración, con cargo al país, de negocios privados; entre ellos, los correspondientes al ramo de la guerra."

Ver nota completa
Pedro Miguel, La Jornada.

"Occupy Wall Street" es un reto a la legitimidad del sistema

Saúl Landau
Rebelión

Un título universitario no le ayuda a uno conseguir trabajo –durante un año o más. Sin embargo, los corredores de acciones, bonos y derivados y los que trafican en fondos de cobertura (que evaden, prevarican, andan por ahí, se andan con rodeos) amasan dinero (incluyendo dólares de los impuestos). Funcionarios santurrones y expertos de la TV nos aseguran: el Establishment de Wall Street mantiene la estabilidad de la gente común y corriente. Vean cómo a la gente común y corriente les cierran los negocios; cómo se cierran las oportunidades de trabajo.

Sin trabajo o perspectiva de empleo, la vivienda queda en precario –o uno se queda sin casa. El futuro –peor si uno tiene familia– luce incierto.

Millones comparten ese aprieto. Ningún partido político o agencia gubernamental lo representa a uno o puede analizar las quejas. Oímos a personas de prestigio que hacen el elogio de Estados Unidos y su Sueño colectivo: una vivienda, un auto, un empleo. Mientras uno duerme, todavía se disfruta de ese sueño. Si es que a uno le queda cama en una casa.

Amherst Securities, una firma de corredores de bolsa, describió el lúgubre panorama. Unos 55 millones de norteamericanos son propietarios de casas hipotecadas. En 2010, unos 3 millones de viviendas recibieron notificación de ejecución de hipoteca. En 2011, casi 11 millones de norteamericanos deben más por su hipoteca que el valor por el que pueden vender su casa –o no han podido hacer sus pagos mensuales.

Más de 50 millones están en camino de perder su hogar. La mayoría –los suficientemente afortunados como para pagar un depósito– tendrán que vivir en casa alquilada, ya que no es probable que algún banco les dé una nueva hipoteca. Los bancos no han ofrecido reducir los pagos de hipotecas –de los cuales obtienen sustanciosas ganancias– o refinanciar los préstamos originales con pagos más bajos, sobre la base del actual precio de venta de la casa.

Las personas que se han convertido en víctimas del sistema que prometió igualdad de justicia ante la ley han comenzado a decir “basta”. Se refieren a los banqueros a los que se les pagó con fondos públicos después de que destruyeran la economía, y a los pobres que van a prisión por robar una barra de pan. El impulso de Ocupar Wall Street se extiende.

No todos están de acuerdo. En el cuarto de taquillas de un club de “ejercicios” de clase media, cerca de Oakland, dos miembros de la capa superior del 99% intercambiaban historias. Burlándose de las víctimas de los gases lacrimógenos y toletes de la policía, un corredor de bienes raíces opinó: “Esos hippies necesitan conseguir empleo”.

Su compañero de tenis, que dirigía un negocio de recogida, estaba a favor de los policías de Oakland. “Ensucian las calles, provocan a la policía, gritan consignas. Dios mío, ¿creen que están en la década de 1960? Se puede oler la mariguana a 100 metros de distancia”.

“¿Sabes?”, explicó el corredor, “esta gente joven no aprecia a este país. Debiera irse a vivir a otro lado y entonces iba a comprender lo bien que se está aquí”.

Unos días más tarde, el 29 de octubre, una columna en The New York Times escrita por Charles M. Blow respondió a los maestros del cliché al citar un informe emitido por Bertelsman Stiftung –una prestigiosa fundación alemana: “La justicia social en la OCED (Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo) –¿Cómo se comparan?” Estados unidos ocupó el lugar 27, cerca del último lugar entre los países desarrollados.

La tabla estadística muestra que más del 20% de los niños norteamericanos (ligeramente mejor que Turquía) y los adultos mayores (peor que Turquía) sufren de pobreza. Estamos atrasados en educación y estadística de la salud, y muy cerca del final de los 31 países en la “prevención de la pobreza”.

La degeneración comenzó bajo el amado (por tontos y banqueros) Ronald Reagan. Durante la década de 1970, los norteamericanos de casi todas las clases vieron crecer anualmente sus ingresos en aproximadamente 3 por ciento. Pero esta tendencia desapareció cuando Reagan fue electo. La economía siguió creciendo, pero solo se benefició la élite.

George W. Bush presidió sobre años de crecimiento económico (2002 y 2007), pero “65 por ciento del aumento del ingreso fue a parar a las manos del 1 por ciento más rico”. La productividad norteamericana continuó aumentando, pero los ingresos anuales disminuyeron durante la primera década del siglo en más de 10 por ciento, hasta llegar a $49 909. Un reciente estudio de la Oficina Congresional del Presupuesto (CBO, por sus siglas en inglés) acerca de la distribución de los ingresos familiares norteamericanos, entre 1979 y 2007, mostró que el 1 por ciento de la población con los mayores ingresos creció 275 por ciento en ese período. (USA TODAY, 31 de octubre.)

“La desigualdad creciente y el control político concentrado en las manos de la élite rica han reducido drásticamente la movilidad económica”. (http://www.opednews.com/populum/linkframe.php?linkid=140366)

Los ocupantes acogen con los brazos abiertos algún apoyo demócrata liberal, pero los demócratas del recién creado “Súper Comité” del Congreso propusieron recortar $400 mil millones de Medicare y Medicaid y reducir también la Seguridad Social.

Los ancianos, los discapacitados y las personas de bajos ingresos dependen de estos programas. La industria de armamentos también depende del Congreso. Sus mil cabilderos (el Congreso tiene 535 miembros) contribuyeron con $22,6 millones a los candidatos políticos en el ciclo electoral 2009/2010. Los 12 miembros del Súper Comité del presupuesto, recibieron más de $1,1 millones.

Cinco ex asistentes del súper comité trabajan ahora como cabilderos para al menos uno de los diez principales contratistas de defensa del país, y representan a compañías como Boeing, General Dynamics, Lockheed Martin y Raytheon. La industria en su conjunto tiene contratados a 22 cabilderos que fueron asistentes de miembros del súper comité.

Entre 2009 y 2011, el presidente del Comité de los Servicios Armados de la Cámara de Representantes, Howard P. “Buck” McKeon, recibió más de tres cuartos de millón de dólares de manos de la industria de la defensa. (Common Cause http://www.scpr.org/news/2011/11/01/29649/arms-industry-donates-big-money-super-committee/)

Estos hechos debieran indignar aún más al 99%. ¿Ocupar Estados Unidos? Por supuesto. Es nuestro –del 99%– no de ellos (el 1%) y nuestras nuevas comunidades cooperan en pro del bien común. OWS ha emergido no como un movimiento ni una tendencia política. Estos grupos de ciudadanos han declarado ILEGÍTIMOS al gobierno, a la economía y al sistema político.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Paréntesis

Los hombres dedicados al gobierno, los dedicados al crimen y aquellos que ejercen ambas profesiones a la vez han existido desde tiempos inmemoriales. A continuación, un pensamiento para reflexionar sobre la esencia de los gobiernos.

"Sin la virtud de la justicia, ¿qué son los gobiernos sino unos execrables latrocinios? Por eso, con mucha verdad contestó un corsario caído prisionero a Alejandro Magno, al preguntarle este emperador: ¿qué te parece cómo tienes turbados los mares? Contestó el corsario con arrogante libertad: y ¿qué te parece cómo tienes turbado todo el mundo? A mí, que ejecuto mis piraterías con una ruin galera, me llaman ladrón y a ti, porque las haces con formidables ejércitos, te llaman emperador".

La Ciudad de Dios
Agustín de Hipona

viernes, 11 de noviembre de 2011

Fin al lucro

Concisa pero altamente efectiva. La consigna de “fin al lucro” empieza a penetrar hondo en la conciencia de los pueblos. Tal vez por primera ocasión el mundo comparte un criterio universal, que no acepta versiones reduccionistas o acotadas a un ámbito privativo. La sociedad –un segmento mayoritario– demanda un patrón civilizatorio que prescinda de la codicia –el interés económico como agente mediador en las relaciones humanas. Y es que hasta en el encuentro cotidiano con el otro, el asunto del interés mezquino asalta casi mecánicamente. Cualquier cometido personal y/o grupal se pone a consideración remitiéndose a un código ético espurio pero ampliamente aceptado: la ponderación de la utilidad. Difícilmente una iniciativa procede si carece de bases firmes para un eventual provecho económico. Gracias a esto último, los catequistas del entrepeneurship (expresión soez que se tradujo al español como “espíritu emprendedor”) se lanzan en cruzadas transoceánicas para ofrecer al mundo los sosos testimonios personales de su respectivo éxito empresarial, a manera de evangelistas cuyo nuevo dios es el dinero, y cuyo axioma existencial es vivir del otro (“Para vivir mejor”). Los seguidores de estos eufóricos entrepeneurs ignoran que la adhesión a la racionalidad mercantil supone la sujeción a un esquema de esclavitud más sórdido que el formato originario, ya que encadena el cuerpo con la misma intensidad que la conciencia.

Libre de toscas reivindicaciones ideológicas, el nuevo discurso de los grupos sociales subalternos apunta en una dirección firme e inatacable: el de la ética. La pregunta obligada: ¿cómo y cuándo se le concedió a los hombres cuya razón de vida es el lucro (comerciantes, empresarios, banqueros) la facultad de decretar el modo en que obramos, coexistimos y pensamos? Poner fin al lucro en la actividad e instituciones humanas implica poner fin a la supremacía de la élite social dominante. El mayor pánico de este estamento –estéril para aliviar los trastornos que engendra– es que los ciudadanos –más aún, aquellos que no entran en esta categoría, que no son pocos– conquisten el derecho de pronunciarse sobre los asuntos públicos de primer orden, especialmente en economía y política. Por eso en Estados Unidos reprimen histéricamente la movilización ciudadana que se opone a la codicia corporativa (véase lo ocurrido en Oakland, California). Y también por eso en Grecia, el ex primer ministro, Georgios Papandreu, cancela el plebiscito popular que habría concedido a los griegos la posibilidad de decidir sobre el futuro económico de la nación helénica. De igual forma en Chile, ante la incompetencia para dialogar con el movimiento estudiantil que demanda el cese al lucro en la educación, el gobierno de Piñera, aprendiz del terrorismo norteamericano (naturalmente instruido en Harvard), se ha escudado en la fuerza ciega, criminalizando a los estudiantes, y más recientemente ordenado un acoso policíaco a los manifestantes.

Sombrío epílogo del libre lucro sin fronteras.

Poner término al lucro significa poner fin a la concurrencia desregulada de los factores económicos en una sociedad tan profundamente desigual. (“Con el dinero ocurre al revés que con las personas: cuanto más libre peor” –Eduardo Galeano). Para conseguir este objetivo, aquel del control sobre la economía, es menester neutralizar los dispositivos políticos que frenan la materialización de este fin humanamente deseable: “Cuando los hombres controlen los gobiernos, los hombres no necesitarán gobiernos. Hasta entonces estamos jodidos” –Carlos Bukowski.

Herbert Marcuse acierta cuando escribe: “El timbre irreal de estas proposiciones indica, no su carácter utópico, sino el vigor de las fuerzas que impiden su realización”.

Fin al lucro.

lunes, 7 de noviembre de 2011

G20

Mientras el país se deshace a pedazos gracias a la guerra que tuvo a bien inventarse, Calderón publica en su cuenta de Twitter que México asume la Presidencia del G20, “el grupo de países más influyentes del mundo.” Seguramente esto debe significar que todos nuestros problemas están por acabarse, nuestros sueños están por cumplirse y el mundo de caramelo que existe en las mentes de nuestros líderes está por materializarse.

Al asumir la presidencia del G20, Calderón ofreció trabajar por “la estabilidad financiera, el comercio y el desarrollo sustentable y equitativo”. Favor de no preguntar cómo, pues ni él ni nadie sabrá responderle. Sólo podemos asumir que esta nueva tarea mesiánica emprendida por Calderón dará comienzo una vez que se creen los cientos de miles de empleos que prometió en campaña o cuando la guerra contra el narcotráfico haya acabado con la vida de quién sabe cuántos mexicanos más.

El famoso G20, así como todos los G-algo que se inventan nuestros gobernantes y sus patrones, no son más que entelequias inservibles en las que todo mundo redacta documentos llenos de buenos deseos al tiempo que se sacan fotos con su presidente favorito, para después regresar a sus países de origen a seguir haciendo lo mismo: doblando las manos ante el poder del dinero.

Para lo único que sirven estas reuniones es para afirmar las profundas desigualdades del sistema económico: entre estos 20 países se reparte cerca del 85% del PIB mundial. El restante 15% se reparte entre 185 naciones. El 80% del comercio internacional se da entre estos países, dejando al resto en la periferia de un sistema profundamente excluyente.

Así mismo, la desigualdad dentro de los países miembros del G20 es apabullante: tan sólo el año pasado México perdió 23% en su nivel de desarrollo humano, según datos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (por lo que es de suponer que la cifra es aún mayor), y descendió 15 lugares en cuanto al índice de distribución de riqueza.

La realidad en el resto de los países miembros del G20 no es diferente: los mayores índices de desigualdad los poseen aquellas naciones con mayor PIB y cuyo crecimiento económico se ha mantenido en un nivel más o menos aceptable tras la crisis. Lo anterior no es casualidad: el desarrollo y crecimiento económico, entendidos bajo la lógica capitalista de acumulación, no pueden tener otro resultado que la concentración de riqueza en unas cuantas manos y el paulatino empobrecimiento de las clases medias.

Así, la reunión celebrada en Cannes ahora no resulta más que eso: la afirmación de que, tras la crisis, los gobiernos de los influyentísimas y poderosísimas naciones del orbe se pusieron de acuerdo para hacer una cosa: absolutamente nada y dejar que las cosas funcionen como funcionaban. La organización misma del foro lo pone de manifiesto: patrocinado por las mismas corporaciones privadas y bancos, estos aprovechan el espacio para garantizar con el grupo de gobernantes el funcionamiento que ellos requieren del sistema económico-financiero.

El año pasado la presidencia del G20 fue ocupada por Francia, y un Sarkozy con ánimos napoleónicos similares a los que nos ha acostumbrado nuestro presidente emprendía una cruzada en contra del sistema financiero y afirmaba que era hora de que se terminaran los paraísos fiscales, al tiempo que proponía imponer un impuesto (uy, que miedo), la llamada Tasa Tobin, a las transacciones financiero-especulativas.

Hoy, a más de tres años del estallido de la crisis, el capital financiero sigue gozando de los privilegios bancarios que otorgan los llamados paraísos fiscales y la Tasa Tobin está presente solo en los discursos políticos de Sarkozy.

El G20 nada puede hacer para combatir la crisis, puesto que no es esa su intención. Su fin último es mantener a los contados bancos y corporaciones internacionales en números negros, así sea utilizando el dinero de los contribuyentes. Para una solución real a la crisis, es necesario dejar de mirar hacia arriba y esperar que la respuesta caiga de los gobiernos, y empezar a tomar en cuenta a los numerosos movimientos sociales que, al tiempo que expresan su indignación frente a un sistema decadente, comienzan a promover alternativas reales.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Para una sátira del soltero posmoderno

Soltero: término que comparte raíces etimológicas con ‘soledad’. Dícese de la persona que no ha contraído matrimonio. Tercamente emparentado con ‘solitario’: persona propensa a la soledad, que no goza –por impotencia o afección– de la compañía. Vertiente despreciativa: ‘solterón’, esto es, soltero ya entrado en años; más próximo a ‘dejado’, ‘apestado’, ‘cartucho quemado’, o en su defecto, ente social disfuncional. Adaptación homofóbica: ‘puto’. Acepción teórica: semi-asalariado malnutrido; pieza accesoria, ninguneada, del engranaje productivo; víctima insalvable de la precarización laboral; individuo que oscila entre una condición lumpenproletariat –marginalidad eventual– y el empeño pequeñoburgués aspiracional –que no operacional (la táctica no es lo suyo). Referencias literarias: poeta desprovisto de musa; eterno errante malquerido; ave sin nido; alcohólico irascible; romántico empedernido. Condición psíquica: neurótico, obsesivo, maniacodepresivo; incapaz de establecer nexos sociales no patológicos; presencia del conflicto edípico. Prejuicio de moda: ‘maricón’; renuente al compromiso. Defensa exculpatoria: enemigo del celibato monogámico. Circunstancia ontológica: sujeto malqueriente; afecto al goce masturbatorio. Rasgos caracterológicos: aspecto cambiante, habitualmente condicionado al consumo de enervantes psicotrópicos-alucinógenos. Influencia cultural: rechazo a los valores clásicos-tradicionalistas; creciente repulsa a la institución matrimonial; aparición de agencias Cupido. Referencias musicales: “papa sin cátsup”; “tarzán sin puñal”; “yo no nací para amar/ nadie nació para mí/ tan solo fui un loco soñador nomás”. Aportación nutricional: avance arrollador del fast food (comida rápida); introducción de la dieta maruchan. Contribución a la salud: proliferación de medicamentos destinados al tratamiento de padecimientos gastrointestinales.

Posmodernismo: engendro amorfo del modernismo; respuesta estética toscamente anti-estética. Credo cabalístico: “la impenetrabilidad del otro”. Influencia cultural: consolidación del dinero como objeto de deseo; deificación del éxito; preponderancia del contrato temporario en las relaciones humanas; colapso de los valores sólidos. Proposición filosófica: ponderación particular del carácter fragmentario, la condición efímera, el escepticismo irreductible, el sincretismo acrítico, el movimiento caótico (discontinuidad) de las cosas. Fundamento político: afianzamiento de la globalización; negación del universalismo. Herramienta por antonomasia: World Wide Web. Como movimiento artístico: “cultura excremental”.

Soltero posmoderno: leviatán de mil cabezas. Dícese de aquel que habita en la total precariedad existencial: empleo inseguro, ingreso indecoroso, futuro indeterminado, presente inestable, pasado desvanecido, perspectivas cortoplacistas, relaciones transitorias, proyectos provisionales, salud física endeble, salud mental altamente cuestionable. Ocupación: todólogo y nadálogo, pues hace de todo y a la vez nada. Función social: paria. Eslogan reivindicatorio: “Me vale madres”. Status: eternamente indefinido; unión libre eventual; paternidad evasiva. Actitud filosófica: “Mejor nos fumamos un porro y ya mañana vemos”.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Desarrollo y crecimiento en Veracruz ¿Para quién?

Uno de los temas preferidos por los gobiernos locales y nacionales en México tiene que ver con la elección del mejor modelo de desarrollo posible, de la fórmula mágica que detonará el ansiado crecimiento que, como varita mágica acabará, con el desempleo, la pobreza y la desigualdad. Se realizan seminarios de académicos, conferencias de expertos, concursos y demás para encontrar la cuadratura del círculo. Sin embargo, al margen de los buenos deseos, dichos gobiernos lo único que hacen es plegarse al modelo extractivista, impuesto por las corporaciones internacionales, para administrar el saqueo de las riquezas naturales, la creación de empleos precarios y la depredación del ambiente.

En el caso de Veracruz, el gobierno estatal se ufana de promover el desarrollo económico y el crecimiento con proyectos como la construcción de hidroeléctricas en varias zonas del estado, que no es otra cosa que subordinar los intereses regionales y locales a las empresas internacionales que se dedican a la producción y distribución de energía eléctrica. La idea es producir energía a bajo costo y venderla lo más cara posible para obtener ganancias rápidas y astronómicas.

Para nadie es un secreto que las presas depredan a los ríos y a todos los ecosistemas que giran a su alrededor, debilitando su caudal y reduciendo la capacidad de riego para los campesinos y rancheros medianos de las cuencas, destruyendo la forma de vida de miles de especies animales y vegetales; pero además, como en el caso de Jalcomulco, pone en riesgo una floreciente industria de turismo extremo que depende de los ríos para ofrecer sus servicios y que ofrece mejores empleos y posibilidades de crecimiento a escala regional.

El modelo extractivista, como su nombre lo indica, está interesado en extraer en el menor tiempo posible la mayor cantidad de riqueza de las aguas, tierras y subsuelo de una región determinada sin considerar el impacto ambiental y humano mientras que disfruta de trato preferencial por nuestros gobiernos vía exenciones de impuestos y una mano de obra casi regalada. Por lo tanto, el impacto es predominantemente negativo pues la depredación va acompañada de la contaminación de todo el sistema ecológico, el cual tarda varias décadas y a veces siglos en recuperarse.

Sin embargo, el modelo extractivista representa para los gobiernos una excelente oportunidad para enriquecer a sus funcionarios -vía comisiones por concesiones de vastas zonas para su explotación- al mismo tiempo que obtienen encabezados en los periódicos y programas de televisión, de alto impacto mediático, en donde cacarean sistemáticamente los ‘beneficios’ para la población gracias a los ‘altos’ volúmenes de inversión que pretenden justificar sus administraciones y quedando como los salvadores de la patria.

La realidad nos demuestra todos los días que las inversiones extranjeras sólo buscan el lucro a costa de la naturaleza, los trabajadores y las sociedades en su conjunto. Lo que menos les interesa es que su inversión provoque un aumento en la calidad de vida de las personas y las comunidades a corto y mediano plazo. Al mismo tiempo, los gobiernos hipotecan el futuro, dejándoles a sus sucesores problemas que no serán resueltos fácilmente, provocando una mayor inestabilidad social y menores márgenes de gobernabilidad. Pero por lo visto eso es lo que menos les preocupa a nuestros gobiernos, empeñados en sacarse la foto y anunciar la llegada del mesías contemporáneo: el crecimiento. Si… el crecimiento de sus fortunas personales y las de los dueños de las grandes corporaciones internacionales.