El trastorno, la perplejidad, el sospechosismo, se apoderan de la psique del mexicano al son de un ensordecedor barullo electoral. Esta confusión reinante, apenas sintomática de la desquiciada manipulación que se ejerce desde el poder, alcanza proporciones inéditas, acaso demenciales, en el proceso comicial en curso. En este teatro prosaico de bufones, jorobados y enanos, de intrigas palaciegas inexcusablemente sórdidas, donde “el noble y el villano, el pro hombre y el gusano bailan y se dan la mano sin importarles la facha”, el pueblo (categoría que se refiere a todo aquello que está fuera de los círculos del poder) se enreda en la maraña de intereses creados que le resultan a menudo ajenos. No pocas veces renuncia a la participación, o bien, participa en condición de juguete subordinado a poderes extraños.
El “joven” rostro de la vetusta Revolución Institucionalizada (oxímoron fatal), en un gesto de evidente oportunismo, inaugura un inverosímil Plan de Concertación Nacional, al que se suman figuras provenientes de fuerzas sólo nominalmente opositoras, aunque en la práctica tan indignas como el partido que representa el Nieto mimado de Atlacomulco-Salinas. Con una larga lista de “ex” entre las filas de este innoble séquito de neófitos a sueldo, donde destacan el horroris causa Vicente Fox, el neo-franquista Manuel Espino y la seudofeminista Rosario Robles, el priismo busca emular el proyecto de concordia lopezobradorista, aunque fuere con personajes residuales de la artificial oposición.
Ante los calamitosos resultados de su –intencionadamente– fallida campaña, la única mujer candidata (si bien a veces pareciera ideóloga del patriarcalismo más refractario) mueve sus piezas intramuros con el fin de afianzar, al menos, el registro de su fracturado partido. Sólo las encuestas de MITOMANOfsky y GEA/RISA la colocan como aspirante al segundo puesto. En ese vaivén de “cambios estructurales” intestinos, la señora del apellido políticamente incorrecto recurre a hombres diestros en materia de guerra sucia, y reedita la estrategia de manipulación propagandística de 2006, lanzando al aire spots que tergiversan alevosamente las recientes alocuciones del malquerido tabasqueño, reconociendo, acaso tácitamente, que otra vez el adversario a vencer es el otrora “peligro para México”.
Y mientras en 2009, en el marco de las elecciones intermedias, los principales promotores del voto nulo fueron los panistas, a través de organizaciones presuntamente ciudadanas con fines presuntamente apartidistas, izando criterios presuntamente democráticos, en este 2012 el principal panegirista de la campaña pro voto nulo es el impredecible poeta Javier Sicilia. Cabe apuntar, no obstante, que entre las huestes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad que comanda el discursivamente caprichoso poeta, destaca un personaje oscuro, a saber: Carlos Emiliano Salinas Occelli, vástago del omnipresente Carlos Salinas de Gortari, padrino político de Enrique El Iletrado. ¡Sorpresas que da la vida!
Y para que la cuña apriete, en este mar de imprevisibles oleajes, la prensa, factor perverso en la anarquía ético-intelectual reinante, insistentemente destaca la presencia de Paloma Guillen Vicente, hermana del sub-comandante Marcos, en el equipo de campaña de Peña Nieto.
Es evidente que el propósito oculto de esta confusión inducida es el envenenamiento del pensamiento por todos los flancos. En el actual proceso electoral, todos los caminos parecen o pretenden conducir al des-Peña-dero. Las ideas se nublan; las alternativas se acotan dramáticamente. Todo con el afán de hundir al país en un estado de creciente e insufrible incertidumbre. Y esperar que el próximo 1º de julio se imponga el voto conservador.
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