¿Cómo se expresó
la coyuntura política que condicionó la construcción del estado
posrevolucionario en el ámbito local? Bueno es aquí en donde mejor se pueden
observar algunos elementos constitutivos del estado posrevolucionario. Es en el
plano local en donde se manifiesta la participación política que constituyó al
poder de manera más clara y directa, aunque siempre condicionado por la esfera
nacional y mundial.
Tomemos el caso
de Tamaulipas, que junto con la mayoría de los estados del golfo se
distinguieron por llevar a la práctica algunas fórmulas para construir el
estado de bienestar en nuestro país. Yapara 1914 existen organizaciones de
trabajadores en el puerto de Tampíco y en los pozos petroleros cercanos. Uno de
ellas, el Gremio Unido de Alijadores,
lograría a fines de esa década la concesión para efectuar los trabajos de carga
y descarga en el puerto, después de haberse fundado en 1911. A su vez, los
trabajadores petroleros serán los primeros en contar con un contrato colectivo
de trabajo en todo el país. Estos hechos demuestran cómo se fortalece la
tendencia socialdemócrata, amparada en la existencia de sindicatos y su
alianza, en este caso, con Obregón y Calles. Son los obreros tampiqueños su
principal apoyo político en la región y su garantía de votos. A cambio, los de
arriba apoyarán la organización de los sindicatos, siempre y cuando éstos
apoyen al poder.
Al mismo tiempo,
con la derrota de la rebelión delahuertista en 1923, se crearon las condiciones
favorables para la emergencia de un cacicazgo regional, el de Emilio Portes
Gil, quien en 1924 fundó el Partido Socialista Fronterizo para llevar a cabo el
pacto corporativo en Tamaulipas, encuadrando en él a los funcionarios públicos
y maestros de escuela, a los campesinos con tierras ejidales y a los obreros sindicalizados.
Portes Gil es el representante de Obregón y luego de Calles en el estado por lo
que en 1924 será gobernador y líder nato del partido local. Lo que inició Porte
Gil en Tamaulipas fue la construcción del estado de bienestar en el estado, que
sirvió como experimento para conformar después el estado de bienestar nacional.
El caso de
Tamaulipas no fue el único; en buena parte del país se estaban dando fenómenos
similares, como en Veracruz, Tabasco, Yucatán y Michoacán, por mencionar los
más destacados. En todos ellos caciques y militares estaban organizando a
trabajadores y campesinos para construir un estado, un orden político. Gracias
a ello, el Partido de la Revolución Mexicana pudo encuadrar en sectores a la
mayor parte de la población organizada. El cardenismo representa una etapa de
integración nacional de las organizaciones regionales y locales, con lo que se
consuma la construcción del estado de bienestar en México. A partir de entonces
ha habido cientos de reformas pero hasta hoy el estado en México mantiene la
estructura básica, construida en aquéllos años.
Cuando se pone
uno a observar el estado liberal contemporáneo en México salta a la vista su
decadencia, manteniendo sus marcas de nacimiento. Una de ellas es la existencia
de sindicatos corporativos, actores institucionales del estado como el que
agrupa a los maestros o a los petroleros. Este elemento confirma que a pesar de
‘transiciones’ y elecciones el modelo corporativo sigue siendo el que configura
al sistema político, con lo que el orden democrático queda sólo como
apariencia: la negociación a puerta cerrada es la constante, el principio
general de la política institucional.
Otra marca es el
lugar de los procesos electorales para la integración de gobiernos. Las
elecciones son simples fórmulas rituales para confirmar que el poder es de los
pocos y que se reparte en lo oscurito. El autoritarismo representa así el
principio para la toma de decisiones, la manifestación clara del lugar que
ocupa el presidente de la república en la vida del país. El ‘no te preocupes
Rosario’ ilustra el punto y demuestra que el estado posrevolucionario sigue
operando, a pesar de reformas y leyes, con sus mecanismos originales. Con esto
no se quiere decir que el estado benefactor sigua operando plenamente; las reformas
neoliberales cambiaron sin duda en mucho al estado mexicano pero reforzaron
ciertos rasgos, como el del autoritarismo y el del corporativismo, que se
desenvuelven en un ambiente militarizado siendo éste último quizá el rasgo más
reciente, incorporado por el neoliberalismo para mantener el control social en
el contexto de la crisis financiera mundial.
Quedaría sólo por
responder a la pregunta ¿cuáles han sido las reacciones de la población a la
dinámica autoritaria y corporativista del estado en México?
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