MÉXICO, D.F. (Proceso).- El narcotraficante Edgar Valdez Villarreal, La Barbie, quien hace unos días fue extraditado a Estados Unidos, aseguró en noviembre de 2012 a la reportera Anabel Hernández que Felipe Calderón, siendo presidente de México, intentó pactar con todos los líderes de los cárteles.
En una carta enviada a Hernández, el capo cuenta que por instrucciones de Calderón, el general Mario Arturo Acosta Chaparro y el secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño -ambos ya fallecidos-, se reunieron con dos de los jefes de la Familia Michoacana, con las cabezas de Los Zetas, además de con Arturo Beltrán Leyva y el propio Joaquín El Chapo Guzmán.
De hecho, Acosta Chaparro que era considerado el narconegociador de Calderón, murió ejecutado el 20 de abril del 2012 en calles del Distrito Federal. Mouriño, quien fue primero el Jefe de la Oficina de la Presidencia y luego secretario de Gobernación, falleció en un extraño accidente aéreo el 4 de noviembre de 2008 cuando el avión en que regresaba de una gira por San Luis Potosí se estrelló muy cerca del cruce del Periférico con Paseo de la Reforma.
A continuación se reproduce la carta de La Barbie, que se publica en la edición 2031 de la revista Proceso, actualmente en circulación.
Quiero manifestar en primer lugar que no me acogí al programa de testigos protegidos, asimismo niego categóricamente los señalamientos y manifestaciones que refieren los elementos aprehensores respecto a la forma de cómo fue mi detención; y que la verdad de los hechos es la siguiente: mi detención fue el resultado de una persecución política por parte del C. Felipe Calderón Hinojosa, quien instauró un acosamiento en contra de mi persona por la razón de que el suscrito se negó a formar parte del acuerdo que el señor Calderón Hinojosa deseaba tener con todos los grupos de la delincuencia organizada, para lo cual él personalmente realizó varias juntas para tener pláticas con grupos de delincuencia organizada.
Posteriormente se realizaron diversas juntas a través del general Mario Arturo Acosta Chaparro, quien se reunió por órdenes del presidente y Juan Camilo Mouriño, con dos de los jefes de La Familia Michoacana. Posteriormente el general se entrevistó en Matamoros con Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño, El Z-40. Tiempo después Acosta Chaparro y Mouriño se entrevistaron con Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, y también se entrevistó con El Chapo Guzmán, líder del Cártel de Sinaloa. Calderón quería el acuerdo con todos los cárteles: cártel de Los Zetas, Cártel del Golfo, conmigo, Cártel de Juárez, con Vicente, Mayo y Chapo.
Situación por la cual, al no haber respuesta de mi parte y no querer tener nexos con ninguna de las organizaciones criminales se instauró en mi contra una persecución aguda, al grado de haberme cateado varios domicilios sin una orden legal para ello y de los cuales me robaron dinero, alhajas, automóviles así como diversas pertenencias.
Genaro García Luna, titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal (SSP), quien cuando menos desde el año 2002, primero en la AFI y luego en la PFP, me consta que ha recibido dinero de mí, del narcotráfico y la delincuencia organizada, al igual que un grupo selecto integrado por Armando Espinosa de Benito quien trabajaba con la DEA y me pasaba información, Luis Cárdenas Palomino, Édgar Eusebio Millán Gómez, Francisco Javier Garza Palacios (PF Colombia), Igor Labastida Calderón, Facundo Rosas Rosas, Ramón Eduardo Pequeño García y Gerardo Garay Cadena, quienes también forman parte y reciben dinero de la delincuencia organizada y de mí.
Entre otros, ellos tuvieron la encomienda de “detenerme en algún operativo” cuando en realidad tenían la instrucción de matarme. Tan es así que al momento de mi detención, la cual se realizó en el domicilio que salió en los medios de comunicación y lugar en el que me encontraba solo, dicen que ese día no se reportaron balazos pero la verdad sí hubo. Un policía federal que fue el mismo que me trasladó a este lugar en el que actualmente me encuentro, me instaba a que corriera para poderme disparar, y así poder decir que al repeler el ataque me habrían matado, al igual que hicieron con Arón Arturo Gines Becerril, a quien mataron en las inmediaciones del Centro Comercial Perisur, a quien los impactos de bala le fueron proporcionados todos por la espalda el mismo día de mi detención. Todo fue tapado por la PF.
Es de hacer mención que pese a los antecedentes de Genaro García Luna, los cuales se encuentran en diversas causas penales y de los que el gobierno americano ya tiene conocimiento, incluso formaron parte de los temas tocados en la Iniciativa Mérida, y a los cuales yo ya he tenido acceso. El más reciente, el testimonio del testigo colaborador Mateo (Sergio Villarreal); el presidente Felipe Calderón lo sostiene en su cargo sin que se ejerza acción penal en su contra.
Como dato alterno habrá de hacerse notar que en cuantas detenciones realiza la Policía Federal, no se decomisa nada, todo se pierde (dinero, relojes, vehículos, droga, etc.), sin embargo es menester señalar que tanto el Ejército Mexicano como la Secretaría de Marina son más honestos, detienen a quien es, y lo ponen a disposición con lo que detienen.
Yo pude haber hecho lo que haya hecho pero ellos, los funcionarios públicos que menciono, también son parte de la estructura criminal de este país.
Édgar Valdez Villarreal
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