Los prolegómenos de las elecciones en puerta perfilan, depuran, el curso que habrá de seguir lo que vulgarmente evocan como el “ejercicio democrático” por antonomasia: el voto ciudadano. El PAN festeja con bombo, platillo y falda blanquiazul la nominación de la virtual candidata presidencial, Josefina Vas Por Mota, mientras más de una fémina ciudadana, en un acto de ofuscamiento imperdonable, expresa su incondicional soporte a quien se perfila como la primera candidata en la truculenta historia de la democracia-plutocracia mexicana, sin advertir que el nombramiento de mujeres para competir en cargos mayúsculos de “elección popular” (nótese el veneno lingüístico), responde al más patriarcal de los cometidos: a saber, la utilización de la mujer a manos de los grupúsculos más reaccionarios en el poder, con el objeto de captar votos para la preservación de un sistema patriarcal-parroquial-autoritario altamente perjudicial especialmente para la causa de la mujer. Isabel Miranda de Wallace y Doña Josefina (la del apellido políticamente inoportuno) son las nuevas marionetas de un partido que sin vacilaciones ha cancelado el camino, en el caso particular de la mujer, para el goce de derechos y libertades fundamentales (iniciativa anti-aborto, oposición a la figura penal del “feminicidio”, negligencia para resolver el criminal caso de las muertas de Juárez, e indirectamente, a causa de su nefasta política bélica, promoción de la viudez u hogares “despadrados”).
El PRI, en cambio, prefiere la exposición sin ambages. Es como el gato perezoso que no cubre sus excreciones no obstante el hedor del premio. En el municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, suman 709 intoxicados, entre niños y adultos, a causa de la ingesta de ricos tacos y tortas aderezados con estafilococos, paratifi y salmonela, alimentos que, cabe advertir, fueron repartidos entre los acarreados al acto político proselitista de un aspirante a “ocupa San Lázaro”. Ante la emergencia, y acaso en conmemoración al simulacro “AH1N1”, el pre-candidato priista Sergio Dolores Flores (¿o Dolores de Flora?), urgió a las autoridades sanitarias a efectuar un vigoroso operativo con las brigadas de Asistencia Médica y Epidemiología para auxiliar a los “damnificados”. Entre el centenar de pacientes con cuadros severos de diarrea, fiebre y vómito, es posible que más de uno se haya preguntado si los síntomas diarreicos no eran más bien a causa de las vomitivas prácticas electoreras del históricamente filantrópico Partido Revolucionario Institucional.
Luis Villoro explica: “Por definición, una asociación en que todos sus miembros están vinculados por la voluntad de realizar un fin es una comunidad”. En México, existe, por un lado, los partidos políticos, y por otro, una sociedad que lucha contra estos partidos para crear comunidad.
Circula el rumor que próximamente el refrán popular “No hay mal que por bien no venga” sufrirá una ligera enmienda, a causa de su nula autenticidad, al menos para el caso mexicano. Se contempla que ahora rece así: “No hay mal que del PRI-AN no venga”.
4 comentarios:
ammm creo que esto me ayudo enc asi nada porque yo necesitaba ejemplos pero bno si sirvió de algo (:
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