viernes, 27 de noviembre de 2009

La Verdad

Mucho se ha dicho sobre la Verdad desde tiempos antiguos hasta nuestra actual era. El pensamiento helénico, en su periodo histórico de resplandor (Sócrates, Platón), asociaba la verdad con la justicia, el orden, la belleza, la estética, la templanza, la prudencia, la virtud, la política, la moral. Los romanos (Cicerón, Séneca) por su parte, distinguían la Verdad como un atributo intrínsecamente emparentado con la ley, los mandatos de la autoridad, y los preceptos religiosos de longeva tradición. Varios siglos después, los franceses (Descartes, Voltaire, Rousseau), en tiempos de auge de la Ilustración, propugnaron por una Verdad estrechamente vinculada con la razón, la lógica, el fundamento, la moralidad secularizada y la voluntad general. En un tenor más o menos similar pero casi un siglo después, los alemanes, conducidos por sus insignes y memorables filósofos (Kant, Hegel), buscaron en la moralidad esotérica, en la racionalidad del Estado, en la idea, en el espíritu y en el derecho los fundamentos de la verdad.

Si bien es cierto que estas corrientes de pensamiento engendraron paralelamente sus respectivas contrapartidas (no menos importantes), también lo es que en la actualidad seguimos sin encontrar satisfactoriamente la Identidad y los fundamentos de la Verdad. Múltiples esfuerzos (unos plausibles, otros no tanto) se han realizado para descubrir, definir, puntualizar su auténtico e incuestionable cimiento.

En el siglo XX, la concepción de una Verdad absoluta e irrevocable se difuminó a causa de diversos y dolorosos reveses. Hoy, los más lúcidos pensadores han asentado sin rubor alguno que la Verdad –partiendo de los presupuestos de la filosofía sociológica- esta sujeta invariablemente a condición política e histórica.

Es decir –para evitar caer en complicaciones intelectualoides-, la Verdad no es otra cosa que un marco de valores, principios y conjeturas que los hombres establecen y practican en una época dada. (Le solicito amable lector, que no desespere; aquí viene el argumento medular de este fugaz repaso semiteórico –“Gris”, diría Goethe). Esto indica que nosotros los seres humanos somos agentes creadores e institutores de lo que conocemos como Verdad (llámese religiosa, racional, natural o funcional). Palabras mas, palabras menos. “El hombre hace la religión, la religión no hace al hombre”, dice don Carlos Marx. En tal sentido, podríamos asentar igualmente que el hombre hace la verdad, la verdad no hace al hombre.

Para no perder el hilo de la argumentación, aguerrido lector, aquí va mi humilde apreciación. Este último planteamiento acerca de la Verdad, emancipa, libera, al hombre de las ataduras que le asediaban antiguamente. Esta postura le concede al hombre la facultad de escribir su historia acorde con lo que siente y piensa, con las necesidades que brotan de su existencia genuinamente humana. Esto indudablemente nos responsabiliza de todo lo que acontece en el mundo exterior e interior del hombre, pero también nos compromete a luchar y trabajar por la realización de un mundo y una vida dignos de ser vividos. ¡Es tiempo de tomar las riendas de la historia y asumir nuestra inaplazable tarea con valor e integridad!

Según Nietzche, el filósofo alemán, la verdad es como la mujer: acaso igual de caprichosa y difícil de comprender. En esta misma línea Joan Manuel Serrat apunta con perfecta lucidez: “Ella [la mujer] es más verdad que el pan y la tierra”, ¿acaso por su inobjetable perfección y benevolencia? Por su parte, el eximio poeta veracruzano, Salvador Díaz Mirón nos expresa en una prosa que bien podríamos mancomunar con estos dos veredictos sobre la Verdad, lo siguiente: “La mentira es la muerte y la escoria; la verdad [la mujer] es la vida y la gloria”.

¿Cómo y dónde buscar, entonces, los pilares y fundamentos de la Verdad?

Una respuesta a modo de proposición: En el corazón.

Puedo oír las objeciones. Para reforzar mi argumento citaré a nuestros hermanos zapatistas: “Lo que dice mi razón no lo entiende el corazón, pues lo que habla el sentimiento no lo capta el pensamiento.”

Violencia contra la mujer

Estoy seguro que si los hombres parieran

el aborto sería legal.

Eduardo Galeano



Cuando José Revueltas se defendía de los embates del “régimen de acumulación de capital” priista desde las catacumbas de Lecumberri, preguntaba al escaso público que se había dado cita para la audiencia de desahogo de pruebas llevada a cabo en 1970, y en la que se le acusaba, entre tantas otras cosas, de ser como Sócrates:

¿es a través de éste Ministerio Público -evidentemente inútil- y éste Juez -pagado por los gobernantes- a los que se refiere el presidente Díaz Ordaz cuando habla de que a nosotros -los acusados por los “movimientos subversivos de 1968”- se nos juzgará con apego a la ley? ¿Son a estos indignos representantes del poder público a quienes se refiere -volvía a preguntar el maestro Revueltas- el Presidente de la República cuando dice que los representantes de la ley son los mejores capacitados para ejercerla?

Con el mismo espíritu ahora yo podría preguntar: ¿son los hombres acaso -el sexo masculino- los mejor capacitados para legislar sobre el aborto? ¿O pasaría como el inepto Ministerio Público que acusaba a Revueltas y que no era capaz de atinar una prueba, de refutar una idea porque no tenía la menor idea de lo que estaba haciendo, sin importar que fuera su trabajo?

Cuando en un país los grupos de poder son pequeños, y además de todo, controlan un amplio espectro de la vida pública -las instituciones, si se quiere, el dinero y los excesos, la agenda de dicusión- pues entonces se discuten los problemas y se les da una solución acorde a los intereses más puros, más supremos, más superiores, sin importar que caigamos -haiga sido como haiga sido- en una falacia.

Sólo así podemos entender que se esté llevando a cabo una discusión -que se busque elevar a rango constitucional- moral (y de paso legal) sobre los pormenores de un procedimiento médico al que yo, por lo menos, nunca me podré ver sometido más que por interpósita persona, al igual que todos los otros machos mexicanos -tan desprestigiados (pobres de nosotros) a los largo y ancho del mundo.

De la misma forma en que los dogmas económicos -la propiedad privada, el interés, ¡la escasez!- permiten construir un edificio sólido de elucubraciones metafísicas que esconden a la usura, en el plano espiritual los dogmas -el padre, el hijo y el ave- permiten construir un sólido edificio de consideraciones mágico-chamánicas sobre lo que la mujer puede hacer en este mundo, y ojalá dios siga queriendo que la mujer misma siga sin meterse en estos asuntos que -dios te salve maría- no son de su incumbencia.

Haré un exhorto a mi conciencia en mi próxima confesión; le diré al padre de la iglesia de san josé: -prelado, me acuso de haberme abortado.

Como los cangrejos

No cabe duda que la política en México va en retroceso, el estado laico, el derecho a la participación ciudadana en la vida pública y la garantía de una vida digna y libre, posibilitada por el estado, son ideas cada vez mas quiméricas e inalcanzables. Para muestra basta un botón.

El pasado martes 17 se hizo oficial la propuesta del Partido Acción Nacional acerca de la penalización del aborto en el Estado veracruzano, propuesta que pretende ser llevada al Congreso Federal para ser constituida.

Independientemente del problema ético que subyace en el problema del aborto, el cual es harto complejo, llama la atención, más que nada, la imperativa y antidemocrática forma de legislar por parte de nuestra clase política.

¿Qué no se supone que vivir en un estado democrático significa atender los intereses del pueblo al que se gobierna? ¿Cuándo se hizo algún plebiscito para saber qué es lo que el pueblo opina en temas como el del aborto? ¿O es qué acaso hemos llegado a un momento descarado en nuestra historia en el que el cinismo y el despotismo ejercen sin el menor tiento? Si este es el mensaje que consciente o inconscientemente nuestros políticos nos transmiten, hemos fracasado como pueblo y nación.

El problema de fondo es grande, pues nos muestra la carencia de criterios políticos, filosóficos, sociológicos y demás disciplinas para llevar a cabo el ejercicio político que es el ejercicio de la mediación, el ejercicio del consenso, del diálogo. La misma clase política se ha encargado de desnudar que sus únicos criterios son lo de la imposición y la voluntad de poder.

La carencia de los criterios que nos pueden proporcionar estas distintas disciplinas evidencia la falta de pluralidad del Estado Mexicano, esta falta de pluralidad es la responsable de que gente ignorante sea capaz de decidir y determinar violentamente que una persona es “enferma mental”, cuando si se pusieran a investigar un poco podrían encontrar que ni la Psicología misma está en condiciones de legitimar un discurso de tal tipo.

La Filosofía contemporánea, por su parte, cuestiona fuertemente los criterios clásicos acerca de lo que es “verdadero”. No es posible que así la ligera, un grupo de personas sea capaz de imponer un sistema de valores propio, al resto de la sociedad. El mundo contemporáneo no es más un mundo de verdades dogmaticas, la verdad es relativa y se construye socialmente. Esto tiene grandes implicaciones políticas que debieran ser tomadas en cuenta, pues lo que se considera como moralmente “bueno” o “malo” tiene su origen en el marco soco-histórico del que nace, por lo tanto es limitado.

Es labor de la Ciencia política y de las disciplinas sociales, establecer puntos análogos entre individuos y comunidades, con el afán de encontrar el marco y el espacio en el que nos corresponde discutir los intereses que nos son propios a todos, pero así mismo es necesario encontrar el espacio privado en el que cada quien sea como quiere en la medida de lo posible, espacio de tolerancia en que el que se acepten y respeten distintos horizontes y modos de vida, esto es aceptar la diferencia.

Es menester de la clase política empezar a atender los discursos interdisciplinares de comunidades de expertos e investigadores que sí han dedicado sus vidas a la reflexión de estos problemas y que seguramente tienen algo que decir, no con el afán de que estos impongan una visión dogmatica acerca de su “verdad”, sino con el afán de que una visión crítica abra y posibilite la manifestación de múltiples perspectivas de concebir el mundo y la vida.

Encargarse violentamente de homogeneizar y establecer dogmáticamente lo que es “la verdad” el “bien” y el “mal”, lo que es la vida, lo que es ser loco o cuerdo, muy difícilmente significa ganar ventaja en el terreno de lo moral.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

La revolución ha muerto. ¡Viva la revolución!

Con motivo del noventa y nueve aniversario del inicio de la revolución mexicana, han aparecido una buena cantidad de artículos de opinión y ensayos que, en su inmensa mayoría, coinciden en la muerte de la revolución, en la necesidad de hacer borrón y cuenta nueva con la historia para trazar la ruta del presente y del futuro de México. Así, intelectuales adinerados y políticos socialdemócratas, gobernantes panistas y líderes de opinión, no ocultan una cierta satisfacción cuando tocan el tema.

Llama la atención que en la argumentación utilizada por los que pretenden enterrarla sin dejar huella se relacione su herencia directamente con la problemática actual -económica, política social y cultural. Los monopolios privados y públicos, la corrupción y el tráfico de influencias, la partidocracia ajena a las demandas de las mayorías y todos los males que se nos ocurran son el legado de la revolución por lo que resulta necesario acabar con el cultivo de su memoria.

Más allá de que la historia ha demostrado una y otra vez, en distintas partes del mundo, que no es posible para ninguna sociedad desaparecer de un plumazo su pasado y que intentarlo provoca males peores de los que se quieren evitar, el problema aquí reside en lo útil que resulta la muerte de la revolución para la derecha política y los intereses de los dueños de dinero.

Ello es así porque esta supuesta muerte de la revolución, además de mutilar o reinterpretar la historia para conveniencia de los poderosos tiene la finalidad real de difundir entre la población la idea de que hacer revoluciones no sirve para nada; de que rebelarse frente a las paupérrimas condiciones de vida de manera autónoma no cambia nada. Y es ahí en donde reside el secreto de ésta unanimidad de la opinión pública con respecto a la muerte de la revolución.

Es por eso que no se realiza un balance crítico de revolución, procurando distinguir entre lo que hay que desechar pero sobre todo de lo que hay que preservar. ¿Quién podría negar que los derechos sociales fueron y siguen siendo producto de la lucha social y una muestra positiva de la herencia revolucionaria? Claro, sólo lo hacen los que desde el poder se encargan hoy de desmantelar esos derechos: la educación, la salud y el trabajo. Son esos y sus corifeos los que quieren borrar de la memoria colectiva la gesta revolucionaria pensando que así neutralizarían el descontento social que nos rodea, para continuar viviendo a costa del trabajo ajeno. Para su desgracia la memoria colectiva no se borra con spots y ríos de tinta. Dichosos los pueblos que no han olvidado cómo rebelarse. Y México es uno de ellos. La revolución ha muerto. ¡Viva la revolución!

martes, 24 de noviembre de 2009

Plazo corto a la manifestación

El aumento al pasaje durantes el jueves, el viernes, el sábado, el domingo y hasta el lunes pasado por la noche por supuesto que generó molestias. Las cifras de las oficinas públicas anuncian horrorizadas que el sueldo mínimo es de 55 pesos al día; que son 14 de transporte si nada más se toman dos camiones y 32 si se toman seis.
En Xalapa el tráfico se volvió a desquisiar. Y hubo una manifestación más.
Bajaron las tarifas, alegarán felices.
Pero la comisión que pudo haber sido construida para organizar los comedores estudiantiles; la comisión que pudo haber conseguido pintura para sus escuelas; la comisión que sin querer se organizó allende la autoridad... sin pedir permiso para manifestar un agravio, sin tener que rendir cuentas a nadie, porque la condición de autoridad está fundada en la rendición de cuentas y la función de ciudadano -sobre todo el estudiante universitario- no está fundada en ningún tipo de rendición de cuentas.

Y para eso me permito tomar una cita de la columna de Katia de Artigues que me dejó sorprendido. Sobre todo porque he seguido los dimes y diretes divinos:

“Ellos lo condenan:

“—(la reforma constitucional estuvo) inspirada en Dios… (él) tomó el control del Congreso en defensa: José Eduardo Ortiz González, coordinador de la Asociación Ministerial Evangélica de Veracruz, al referirse a la reforma con al (sic) cual se penaliza el aborto en ese estado...”

o esta otra, tomada de mi colección personal, con las palabras del obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo Martí del Campo:

“En cuanto a las limosnas, es como si me quisiera meter a fiscalizar a cada individuo en lo que hace con su dinero. Tú regístrate y paga tus impuestos. No tienes derecho a saber más. El como uno gasta su dinero es cosa privada de cada quien. Hay cosas fiscalizables y cosas que no”.
La coyuntura -la famosa coyuntura- se esfumó en una negociación no fiscalizable... de una comisión que no funcionó con todo el sentido del mundo, aunque sea al revés.
Qué tiempos aquellos -aún comentan algunos- en que en la universidad se discutían los problemas.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Jarro viejo

No obstante la brevedad de este artículo, me parece de vital importancia su contenido. El miércoles pasado mi digno compañero y autor de la genuina columna “Aquelarre”, el “profe” de “profes”, publicó un artículo de estructura excelsa, sin par, pero, a mi entender, de insuficiente valor argumentativo. El tema nodal de aquel escrito fue la natural confrontación que se suscita en la arena generacional, entre viejos y jóvenes. Más allá de haber enumerado con precisión una serie de argumentos parcialmente ciertos, y de haber abordado, plausiblemente, un asunto tan cotidiano y vivencial, me da la impresión que mi noble colega erró en la selección del enfoque.

Comienza su artículo alegando que el asunto que aborda carece de significación política, o que poca o ninguna relación tiene con esta. Si el problema de la exclusión de ancianos de la vida social no es un problema político entonces –me pregunto yo-, ¿qué clase de problema es?

Una breve reflexión a modo de candorosa respuesta.

Entre los siglos XV y XVI el trabajo –toda vez que se traslada a los grandes centros laborales- comienza a medirse en función de la variable “tiempo”. Así, la intensidad y el agotamiento físicos se fueron convirtiendo poco a poco en condición sine qua non de la actividad laboral. Conforme los instrumentos técnicos fueron perfeccionando e inyectando dinamismo y presteza a la productividad del trabajo, las exigencias que recaían sobre el obrero y sobre la sociedad en su conjunto se fueron ampliando simultáneamente y con apremiante celeridad. Esta completa mecanización de la actividad humana engendró un modo de trabajo más febril, brutal y agotador, pues no solo se debía contar con una corpulencia en perfectas circunstancias, sino también, y mas profundamente, con una clara destreza lógica-mental. Un tipo de trabajo que, por otro lado, solo pocos podrían desempeñar satisfactoriamente. Y esos pocos, claro esta, debían ser jóvenes e instruidos para rendir con óptima diligencia.

La actual sociedad industrial avanzada, en lugar de impugnar tales presupuestos, los inculca, los promueve. Esta visión funcionalista, utilitarista, del hombre, ha hecho de viejos y ancianos simples “jarros arrumbables”, pues su participación como engranajes de la maquina productiva es psíquica y somáticamente insostenible. Es por ello que los “jarros viejos”, como bien apunta mi estimado compañero, “son colocados en ínfimo plano existencial hasta su fin.” No es la Nación o la Patria la que se fundamenta con las nuevas generaciones, sino todo un sistema socioeconómico de longeva presencia.

El buen “profe” subraya en su artículo que en la antigua Grecia los viejos gozaban de respeto y veneración. Habría que señalar también que en las culturas prehispánicas que habitaron este territorio los ancianos eran seres de vasta admiración y reverencia. Pues en aquellos remotos tiempos aún se valoraba la sabiduría, la templanza y la experiencia.

En nuestra era, lo único que se venera es la eficiencia, la gestión empresarial, la comunicación mecanizada, el espíritu innovador, la habilidad técnica, la lógica instrumental puesta al servicio de la eficacia, la pericia administrativa. Todas ellas, prácticas y actividades que es preferible reservar para generaciones jóvenes, competentes física y psicológicamente para la actividad febril.

He aquí la razón de la exclusión y omisión social de nuestros prodigiosos e invaluables viejos.

lunes, 16 de noviembre de 2009

De la mano del TLC

Calderón volvió al ataque. Ahora resulta que la causa de todos nuestros males son los gringos: las medidas proteccionistas en el vecino país el norte han provocado que el Tratado de Libre Comercio no funcione como debiera en los últimos años.

"El TLC a principios de esta década perdió cierto impulso (...). El problema del Tratado de Libre Comercio ha sido la falta de libre comercio verdadero que todavía necesitamos". Así como lo lee, así se lo dijo nuestro señor presidente a los participantes en el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en Singapur.

Según Calderón, Estados Unidos y en particular Obama están enfrentando una restricción política contraria a los principios fundamentales del neoliberalismo, es decir, a la no intervención del Estado en los asuntos de la economía, de los cuáles la omnipresente y todo poderosa mano invisible debe encargarse.

Los principales problemas del TLC son, a decir de Felipillo, “la restricción política en el Congreso estadunidense impulsada por los sindicatos, la cláusula ‘Buy American’ a favor del consumo de productos estadunidenses y la tendencia de Estados Unidos a proteger a sus empresas.”

Y la verdad es que yo ya no entiendo nada. Ahora somos más liberales que los norteamericanos. ¿Será que nos toca a nosotros imponerles un Consenso de Washington y obligarlos a abrir sus mercados y a que dejen de estar rescatando bancos y empresas, vencidas por las inquebrantables leyes de la oferta y la demanda?

¿O será más bien tiempo de empezar a mirar hacia otro lado y olvidarnos por un ratito de las recetas económicas impuestas (democráticamente, claro está) desde el norte de la frontera, mismas que han probado una y otra vez su ineficacia para solucionar los problemas estructurales que afectan a nuestro país y, por el contrario, han resultado ser indiscutiblemente eficientes para generar efectos tequila, vodka y demás alcoholes para poder después socializar pérdidas y privatizar ganancias?

¿Por qué tanto empeño en defender el TLC, si nos tiene al borde del precipicio? No es coincidencia que los países miembros sean los más afectados por la crisis económico-financiera-bursátil. Los Estados Unidos por tratarse del centro de un sistema económico de tendencias canibalísticas. México y Canadá por haber decidido depender en un 80% o más de su comercio con los USA, atándose así la soga al cuello.

Nuestro país esta viviendo una situación de descomposición social cada vez más apremiante. Todas las crisis habidas y por haber (seguridad, alimentación, desempleo, impuestos, etc.) se han hecho presentes, y el año que viene no pinta mejor.

Lo único seguro es que seguir implementando las políticas que durante los últimos veinte años nos han traído hasta este punto, seguir comerciando de la manera en que lo venimos haciendo, pensando sólo en el crecimiento económico (mismo que solo un puñado de iluminados llegan a ver), no nos sacará de crisis alguna.

viernes, 13 de noviembre de 2009

comunicado alumnos UAA

COMUNICADO UNIVERSITARIO
UNION DE ESTUDIANTES AUTONOMOS

Convocamos a toda la Comunidad Universitaria en defensa de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, frente al Proyecto Presupuestal de Egresos de 2010 presentado por el Gobierno del Estado; el cual plantea reducir cerca de $50 millones de pesos al Presupuesto destinado a nuestra Universidad.
Dichas acciones violan la fracción II del artículo 35 de la Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, como también el Decreto #13 aprobado el 13 de Diciembre de 2007; lo cual es inaceptable, ya que afectaría a todos los alumnos, trabajadores y personal docente de ésta Universidad.
En este sentido, La Unión de Estudiantes Autónomos plantea lo siguiente:
I. Realizar una campaña de concientización entre toda la Comunidad Universitaria, respecto a la aprobación del Presupuesto y sus consecuencias.
II. Presentar una petición a los miembros de la LX Legislatura, con el objeto de impedir la aprobación de dicho Presupuesto.
III. Actuar conforme a derecho.
IV. Culminar con una movilización de la Comunidad Universitaria, convocada para el Domingo 15 de noviembre a las 9:00 am. Con punto de salida en “Las Letras” (entrada principal de la Universidad), hasta llegar a la Sede Legislativa.

“ASUMIENDO EL PRESENTE, INSTRUYENDONOS PARA EL FUTURO”

NOTA: Esta Unión, no posee ninguna pretensión política y de igual forma no posee ninguna afiliación partidista. El movimiento es exclusivamente por iniciativa de los alumnos de ésta Universidad

México XXI

Como está muy de moda andar escogiendo nada más una fracción de la constitución yo escojo la fracción tercera del artículo 35, que a la letra dice “Asociarse individual y libremente para tomar parte en forma pacífica en los asuntos políticos del país”.

I. Es prerrogativa de mi persona (contraria a la tesis del famoso “ti y tismo”) asociarme indivualmente. Y me asocio conmigo mismo.

II. La libertad -desde el más estricto punto de vista autoritario- está en manos del individuo. Y como ya todos saben que desde hace tiempo la autoridad (algunas autoridades en particular, porque no debo generalizar...) nada más no me quiere, entonces la asociación anterior la respaldo con mi libertad, con lo que cumplo el segundo requisito.

III. Sobre la parte pacífica, quisiera pasarla por entendida. No tengo ninguna intención de asociarme conmigo mismo y un arma de por medio. Prefiero extender el contrato -internalizando los costos que en materia de mercado esto me pudiera generar [a la sazón darme por un ciudadano libre, descrito tal cual en los párrafos del Decreto de Pluvioso del Año II que comerciaban en El siglo de las luces junto a “la cerveza Porter, los espesos jamones de Westfalia, las anguilas y salmonetes ahumados, las anchoas en escabeche de alcaparras y laurel, y la máscula mostaza de Durham”] mirando hacia otro lado- de no a las armas.

IV. Sobre los asuntos políticos del país es una pena que no tenga mayor referencia al último trabajo del ya célebre Moisés Montefiore más que la memoria, pues no tengo a mi alcance una copia fidedigna de sus manuscritos,

V. que yo podría esbozar de la siguiente manera:

a) la producción alimentaria para satisfacer a todos los mexicanos

b) la construcción de una vivienda digna para las familias

c) salud para todos

d) además de educación autogestiva y democrática

y tambié)n un trabajo digno para todos.

Asi es como hago pública mi manifestación de ser uno más de la causa -la lucha- de construir una historia digna, que no esté “a la sombra de”

Un sauce de cristal, un chopo de agua,

un alto surtidor que el viento arquea,

un árbol bien plantado mas danzante,

un caminar de río que se curva,

avanza, retrocede, da un rodeo

y llega siempre

ladignavoz.com

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Heidegger en la controversia del pensar actual

Los pasados martes, 3 y 10 de noviembre, la facultad de Filosofía de la universidad Veracruzana fue testigo de las conferencias y testimonios, de algunos de los más importantes pensadores actuales que han dedicado su obra y reflexión, al pensamiento del filósofo alemán, Martín Heidegger.

Éste genial pensador, autor de una de las obras filosóficas contemporáneas de mayor relevancia, como lo es “Ser y tiempo”, estuvo afiliado al partido NAZI y fue rector de la universidad de Friburgo en Alemania, durante gran parte del régimen Nacional Socialista; así mismo, se le considera un ideólogo de dicho régimen. Por esto lo controversial de su figura y pensamiento.

El martes 3 de noviembre, en el salón azul de Humanidades, se presentaron por la tarde, las conferencias del filósofo español, Julio Quesada y del filósofo francés Emmanuel Faye. En ellas se exponen principalmente las implicaciones políticas del modo de pensar Heideggereano, modo de pensar que tiene que ver con la preservación de la cultura propia, de una particular forma de “estar en el mundo” o de “ser en el mundo” y que se opone a los ideales de universalismo e igualdad del resto de la modernidad europea.

Quesada y Faye, a través de una ardua labor Historiográfica y filosófica, hacen hincapié en la congruencia del pensamiento y la vida del Filósofo Alemán, pues sus inclinaciones de afiliarse al partido NAZI corresponden muy bien con ese afán de preservación de lo propio, pues para la hermenéutica Heideggeriana, el Ser se manifiesta en el mundo teniendo sus principios en el “volk” o pueblo; el hombre, quien guía al Ser, se manifiesta en el mundo, teniendo a su lenguaje materno y a su tradición histórica como arquetipo. El problema del nacionalismo alemán es que consideró el arquetipo de lo “Alemán” como al arquetipo superior”. He aquí el peligro de su pensamiento, pues el puente hacia el racismo es obvio.


La tarde de ayer, martes 10 de noviembre, igualmente en el salón azul de Humanidades y a manera de apología, se presentaron las conferencias del psicoanalista y Filósofo Luis Tamayo y del pensador francés, David pascal.

En sus tesis, también basadas en una gran labor historiográfica, Tamayo y Pascal argumentan que la afiliación de Heidegger con el partido Nazi, fue una afiliación corta e ingenua, así como el periodo en que este pensador fue ideólogo de dicho partido.

Tamayo y Pascal sostienen que la gran riqueza del pensamiento Heideggereano no tiene que ser satanizada por acciones particulares de su vida, “la reflexión de Heidegger acerca de “la verdad”, rompe completamente con el concepto clásico de la lógica aristotélica” dijo Tamayo, de ahí se deriva la gran importancia y relevancia de este pensamiento en el mundo contemporáneo.

Martín Heidegger sigue siendo un pensador controversial a pesar de sus tendencias políticas, quizá aun la filosofía, en un mundo cada vez más globalizado y homogeneizado, pueda extraer algo de él, con el afán de, sin satanizar las individualidades y el Universalismo, darle algún sentido y permanencia también a la comunidad, en tanto que formas distintas de manifestarse cada una según su tradición. Claro está, hay que tener cuidado con las metafísicas fundamentalistas.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Canasta de Cuentos Chinos

Durante todo el siglo XX el monstruo que amenazó con profanar la integridad física y moral de familias y naciones recibió el nombre de “comunismo.” Una vez que sucumbió aquel engendro del mal ante las fuerzas misericordiosas de la democracia y el orden, hubo la necesidad de buscar algún otro demonio al cual imputarle toda la responsabilidad del sufrimiento humano. La guerra del Golfo Pérsico catapultó al estrellato cuasi-cinematográfico a Saddam Hussein y el mundo árabe, y ofreció a las piadosas almas de propios y extraños una nueva cara del anticristo. Ya no era una lucha entre dos bloques políticamente antagónicos. La nueva causa del terror mundial era el choque entre el Radicalismo Islámico y la “Democracia Fraternal”: un auténtico choque de civilizaciones.

Pero como la gente no ocultó su desconfianza en torno a estos postulados escandalosos, hubo que aderezarles con otros cuantos males. Así, el mundo fue testigo de uno inusitado brote de plagas atroces, criaturas malandrinas y trágicos cataclismos: los ovnis, las vacas locas, el chupacabras, los musulmanes, la mafia china, el Apocalipsis, India-Pakistán y las bombas nucleares, la homosexualidad sin closet, hombres y animales clonados, King Kong versión remasterizada; en fin, un universo de amenazas catastróficas y siniestras.

Con el arribo de un nuevo siglo, no obstante, fue necesario actualizar el Leviatán. Así, la industria del terror se dio a la tarea de crear nuevas cepas endemoniadas que amenazaran con exterminar una vez mas la especie humana. Sin embargo, para esta ocasión el verdugo debía ser más genuino y verosímil. Después de que los Dioses caritativos nos eximieran y renovaran el contrato al menos por otro siglo, nuevos frentes malignos comenzaron a horrorizar a hombres y mujeres, ancianos y niños. Entre los principales neo-agentes del mal cabe destacar a los siguientes: Al Qaeda, Osama Bin Laden, Armagedón, los Zetas versión transnacional, Hugo Chavez, un Coreano suelto en la Universidad de Virginia, la crisis hipotecaria, la crisis alimentaria, la crisis financiera, la crisis sanitaria, la gripe aviar, la influenza porcina, la rabia bovina, los terroristas y narco-terroristas, el eje árabe del mal, los tsunamis, el calentamiento global, el Peje en sus múltiples variantes internacionales, la fayuca china, el dengue, la Pakistanización del mundo, el atentado contra la vida desde su concepción (aborto, vaya, para evitar sofismas clericales) etc.…

Debajo de este apócrifo terror, subyacen un par de verdades comprometedoras: 1) 2,800 millones de personas, es decir, cerca de la mitad de la población mundial, viven con menos de 2 dólares al día, lo que implica cientos de miles de perdidas humanas a causa de hambruna y enfermedades curables año tras año; 2) 20% de la población mundial posee el 90% de la riqueza planetaria.

Tres preguntas a modo de conclusión:

Uno. ¿Porque nadie se horroriza con estas desproporciones inhumanas?

Dos. ¿No será que este terror artificial se explica en función de ocultar verdades inconfesables y escudar a los auténticos chupacabras?

Tres. ¿Por qué a pesar de su obviedad, el mundo aún se escandaliza con cuentos chinos?

viernes, 6 de noviembre de 2009

La clave de la política fiscal en México: no escupir al cielo.

El mantenimiento de los privilegios fiscales para las grandes empresas que operan en nuestro país constituye un factor político a considerar en un contexto de polarización social creciente y desempleo rampante. La discusión en el Congreso con respecto al presupuesto federal ha mostrado algunas diferencias entre las elites políticas y económicas, llevando incluso a que Calderón cometa deslices poco frecuentes entre los gobernantes al acusar a las grandes empresas de no pagar sus impuestos. Sobra decir que al otro día reculó y las cosas quedaron igual.

Para nadie es un secreto que la política fiscal del gobierno mexicano está orientada a promover los regímenes especiales con el argumento de que sólo así se puede atraer la inversión y generar empleos y bienestar. Pero que dichas políticas se exhiban y discutan sin tapujos en la prensa nacional, dadas las circunstancias, no parece recomendable para los dueños del dinero y sus representantes en el seno del estado.

Habrá que recordar que uno de los factores que alentó la revolución francesa en 1789 fue la crisis económica por la que atravesaba Francia y el cinismo de los grupos dominantes, lo cual tuvo enorme repercusión entre las clases medias y bajas, quienes entre otras demandas exigían el cobro de impuestos a la nobleza, que gozaba de una exención del pago de impuestos, a diferencia de la mayoría de los franceses.

El que en nuestro país exista un impuesto sobre la renta para profesionistas y trabajadores cercano a un 30% de sus ingresos mientras que las grandes corporaciones paguen sólo el 1.5% nos demuestra que no hemos avanzado mucho en política fiscal desde el siglo XVIII. Seguimos viviendo en un sistema económico que se sostiene gracias a la sistemática intervención del estado para favorecer a los dueños del dinero.

Me parece que esta exposición de los privilegios fiscales que disfrutan unos cuantos abona en el proceso de politización del malestar social que vivimos. Lo hace porque nos muestra la verdadera naturaleza del estado contemporáneo, su visión y su misión, que no es otra que el mantenimiento de las mejores condiciones para la acumulación de riqueza en pocas manos. En este contexto, que un secretario de estado declare que existe riesgo de un estallido social parece un chiste de mal gusto o más bien una estrategia para fomentar el miedo y seguir como si nada. Pero de reformar la política fiscal y establecer un equilibrio duradero en las finanzas públicas nada. Sería como escupir al cielo, diría cualquier político experimentado.

domingo, 1 de noviembre de 2009

A pagar impuestos

Mientras escribo estas líneas me encuentro en absoluta tranquilidad. Tengo la certeza de que los señores y señoras legisladores, en ambas cámaras del Congreso de la Unión, se encuentran debatiendo punto por punto y esgrimiendo todos los argumentos que la razón permite, todo en búsqueda del bienestar de las mayorías, de la democracia y de la justicia social.

Si no hay mayores contratiempos el día de hoy estará aprobada ya la Ley de Ingresos de la Federación para el cabalístico 2010. Seguramente los diputados y senadores, conscientes de la difícil situación económica que atraviesa el país, han decidido ya aumentar los impuestos al valor agregado (IVA) y sobre la renta (ISR), así como a los depósitos en efectivo. Los impuestos a telecomunicaciones y al tabaco dependerán del fino, transparente y democrático trabajo de lobby que lleven a cabo las poderosas compañías involucradas en ambos negocios.

El PRI muy probablemente se abstuvo ya de votar a favor de un aumento al IVA, y decidió valientemente abstenerse de la votación, dejando que el dictamen fuera aprobado, digamos, por default.

Excelente manera de empezar el año en el que celebramos el centenario de la Revolución que llevo al poder al PRI y los 200 años del inicio de la lucha que nos consagró (supuestamente y en el papel al menos) como país independiente. Con más impuestos, menos trabajo, más deudas.

En fin, dentro de este contexto nuestro Presidente tuvo a bien emprender su más reciente cruzada: obligar a los empresarios a pagar los impuestos que les corresponde. O cuando menos se paso toda la semana hablando al respecto. Lástima que ninguna de sus declaraciones se sumaron a la nueva legislación: los que pagarán más impuestos son, como siempre, los que ya los pagan.

No se equivoca Calderón: la clase empresarial ha sido desde siempre la principal beneficiada por los gobiernos. No sólo de México, sino de gran parte del mundo cuerdo y racional en el que vivimos. Ha gozado siempre de enormes privilegios en materia fiscal, bajo el supuesto de que las fuentes de empleo y demás beneficios que la inversión privada conlleva (mismos que son cuestionables al mediano y largo plazo) compensan las exenciones de impuestos y demás regalitos.

Y mientras el Consejo Coordinador Empresarial y demás finas instituciones de la IP apoyan al Presidente cuando se trata de aumentar el IVA, de privatizar pensiones o de liquidar un sindicato con todo y compañía, en cuanto alguien amenaza sus utilidades, luego luego ponen el grito en el cielo.

Tranquilos, señores empresarios. Este es y seguirá siendo un gobierno de ustedes y para ustedes. Lo de la semana pasada tiene una infinidad de explicaciones: distraernos a todos mientras se aumentaban los impuestos, búsqueda de apoyo cuando la popularidad del Presidente del empleo y la seguridad esta por los suelos, etcétera.

Sin lugar a dudas, ustedes seguirán gozando de los privilegios que hasta ahora han tenido. Si la crisis empieza a afectar sus bolsillos, podrán recortar personal, o salarios, o ambos. El gobierno legislará para ustedes, gobernará para ustedes, juzgará para ustedes.

Desafortunadamente.