martes, 31 de agosto de 2010

La quiebra de Mexicana

El día de ayer a mediodía la compañía Mexicana de Aviación decidió, ante los problemas financieros y administrativos que atraviesa, suspender todos sus vuelos dejando en el aire (de manera figurada, afortunadamente) a miles de usuarios que habían adquirido ya boletos para viajar.

El objeto de la suspensión es, supuestamente, analizar los esquemas posibles de solución, de manera que la empresa pueda reestructurarse, a través de un concurso mercantil, ya sea financiera o administrativamente.

Es curioso como una compañía que hace apenas tres años realizaba una oferta por más de 200 millones de dólares para adquirir a su competidor directo, Aeroméxico, aparentemente se encuentre en una quiebra virtual.

Más curioso aún, cuando la aerolínea cuenta con dos subsidiarias (MexicanaClick y MexicanaLink), que aparentemente se encontraban operando con normalidad, sin problema financiero alguno.

El gran problema de Mexicana, en realidad, son sus costos de operación. Los trabajadores de la empresa (pilotos, sobrecargos y personal de tierra) tienen un contrato colectivo de trabajo con sus patrones mediante el cual gozan de prestaciones que los trabajadores de otras aerolíneas no tienen.

Desde 2005, en el que Mexicana es adquirida por el Grupo Posadas, los dueños de la empresa han batallado por liquidar el contrato colectivo, mismo que resulta en “pérdidas” para la compañía en términos de pago de sueldos, prestaciones y pensiones.

Las dos aerolíneas subsidiarias de la empresa, Click y Link, al ser de reciente creación, cuentan con un contrato colectivo mucho más flexible que les permite contratar y despedir trabajadores con mayor facilidad, así como menores salarios, jubilaciones, prestaciones y servicios de seguridad social para sus empleados. El convenio firmado en enero del 2007 con el Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación y Servicios Similares, modificó y flexibilizó las condiciones laborales de los trabajadores, con el supuesto repetido mil veces de aumentar la productividad, en detrimento de los derechos laborales de los empleados.

El margen de ganancia de ambas empresas es, por lo tanto, mucho mayor, puesto que el contrato colectivo de trabajo (al ser mas reciente) no representa una carga económica tan fuerte, y está firmado con un sindicato a la medida, que de manera periódica permite a los dueños de las empresas realizar recortes de personal y baja de salarios sin mayor problema.

Para Mexicana, por otro lado, los compromisos adquiridos por los trabajadores son más de los que los dueños están dispuestos a pagar.

El Grupo Posadas decidió deshacerse de la empresa, y el grupo empresarial Tenedora K (del Grupo Industrial Omega, firma dedicada a los bienes raíces y el Grupo Arizan, negocio de distribución de automóviles) se hizo con el 95% de las acciones de la misma.

El objetivo es uno: reestructurar Mexicana para hacerla rentable una vez más. La estrategia, también: reducir en la medida de los posible las prestaciones y sueldos de sus trabajadores, para atraer así mayor inversión.

A los trabajadores de Mexicana, en adición de no cobrar su salario por 100 días en el caso de los mil pilotos de la compañía y dos meses en el caso de los sobrecargos, se les pide acepten renunciar de manera voluntaria (evitando así el pago de liquidaciones) para contratar de nueva cuenta al 25% del personal bajo un nuevo contrato colectivo que resulte menos oneroso para la empresa.

Estamos hablando de más 8 mil personas que se quedarían sin trabajo, todo ello en aras de disminuir los costos de operación y aumentar el margen de ganancia de la empresa.

Lo más probable es que, al final de esta novela, los nuevos dueños de la empresa logren salvar a la misma de una supuesta quiebra, y a los trabajadores de Mexicana no les quede de otra más que aceptar los lineamientos de trabajo que sus patrones decidan.

El gobierno, por supuesto, no meterá las manos, y de nueva cuenta se pondrá evidencia quién manda: el dinero.

domingo, 29 de agosto de 2010

Los otros bicentenarios

Protestas contra los fastos de la independencia en México

El pasado 11 de agosto el colectivo de Ciudadanos Anónimos de México llevó a cabo una acción de protesta contra la celebración oficial del bicentenario de la independencia en su país.

- Otro bicentenario contra los fastos de la independencia


Colectivo Ciudadanos anónimos / Ciudad de México
Miércoles 25 de agosto de 2010. Número 131

Con motivo del bicentenario de la independencia de México, se están celebrando diversas efemérides entre las que destaca un encuentro futbolístico entre la selección de este país y La Roja; es probable que los jugadores no sepan que, curiosamente, el conquistador Don Hernán se exhibe, en la plaza de su tierra natal, con una bola entre los pies. Aparte del partido de fútbol, se realizan muchas otras acciones que incentivan la amistad entre ambos pueblos y, entre ellas, se halla la que nosotros proponemos.

Pretendemos ofrecer una revisión de la escultura expuesta en la plaza de Medellín, tierra natal del retratado Hernán Cortés, conquistador de México. En tal imagen pueden observarse símbolos que representan a las instituciones implicadas –política, religiosa y militar– junto a la cabeza despojada de un indio que está bajo el pie del pobre Hernán. Y decimos pobre porque preferimos pensar que fue asesino más por pobre que por ávaro. Esta parte de la obra, esta cabeza, posee un tratamiento plástico diferente, más tosco, menos realista y con carácter semihumano, en comparación con el de la figura dominante. ¿Cómo es posible que no sintamos vergüenza? ¿Qué piensan las instituciones representadas?

La ética, valor estético fundamental, nos hace cuestionar el contenido de la obra y su local de exhibición (la calle), y es esto lo que nos lleva a intervenir sobre la imagen, sin deformar la estructura, pues no discutimos su valor histórico. Nuestra intervención no va más allá del propósito artístico y, si se quiere, reflexivo, sin afán alguno de destrucción o daño. Así, pretendemos imaginar esta figura aún más ensalzada y viva.

Utilizamos pintura para ello: pensamos que añadiéndole el color de La Roja, y aprovechando la bola entre los pies, enriquecemos esta triste caricatura, lanzada así al estrellato, o estrellada, en estas fértiles tierras para el cultivo del tomate. A pesar del aparente exceso de nuestra efímera obra, consideramos que la pieza anterior, que resurgirá cuando la pintura desaparezca, es una ofensa al pueblo amigo de México, que reconocería un gesto de autocrítica sencillo y sincero al retirar definitivamente esta escultura. Debemos reparar con máxima urgencia nuestro insulto, esta glorificación cruel y arrogante del genocidio. Por favor, sustituyan esta representación fascista de Hernán Cortés por otra, como, por ejemplo, un monumento a todos los caídos en estas invasiones, en la que también se trate con dignidad al pueblo vencido en aquella agresión.

http://www.diagonalperiodico.net/Los-otros-bicentenarios.html

Bicentenario I


Agosto 27. El ánimo festivo de los mexicanos es imperceptible, acaso inexistente. La fecha conmemorativa del bicentenario de la “independencia” (nótese el entrecomillado) está a la vuelta de la esquina. Cuanto más se aproxima el día más crece la sensación de desengaño, de recelo. El Estado recurre a toda clase de estrategias publicitarias con el objeto de “levantar al muerto” (léase, el pueblo sumergido en la vorágine cotidiana). Con base en el despliegue de artilugios propagandísticos se prevé despertar artificialmente el brío nacionalista (‘patriotero’ sería una expresión mas justa). Muchos cuestionan la legitimidad de los festejos. No pocos repudian el carácter lúdico que le procura imprimir el Gobierno federal a la conmemoración.

No obstante la promoción mediática del magno evento en puerta, el desencanto es la nota musical preponderante en el actual concierto de simulaciones. En medio de una guerra declarada del Estado mexicano en contra de la población que “representa” -que aloja deshonrosamente-, se antoja difícil la faena de inyectar vitalidad alegórica a un pueblo larga y extensamente agraviado. La situación actual confirma la condición cíclica de la Historia: 300 años de saqueo y degradación colonial suscitaron una revolución de corte independentista (1810); cien años de intrincado reacomodo “nacional” con base en la explotación y la marginación condujeron a una revolución política (1910); cien años de violación a los acuerdos constitucionales, de nacionalismo excluyente, de violencia consuetudinaria, de corrupción, de expoliación gradual y sostenida, nos colocan ahora (2010) en un estado análogo al de nuestros no-tan-remotos antepasados.

Hoy mas que nunca el papel del Estado es claro y ostensible: neutralizar la conquista social y extinguir cualquier resabio de nación en virtud de vender el territorio patrio al verdugo en turno. En relación con este proceder del aparato estatal en México, Marcos, portavoz de las comunidades autónomas en Chiapas, observa: “Asistimos al strip tease del estado; el estado se desprende de todo, salvo de su prenda íntima indispensable, que es la represión”.

Los ideólogos del Poder en México juzgan pernicioso la remembranza y reivindicación de nuestro pasado, de nuestra historia ancestral. A su entender –altamente sospechoso-, “México es presa de su historia”: sólo una renuncia acuciosa y deliberada a la cultura heredada -a las raices- podrá librarnos del histórico rezago. Sobra decir que estos mitos gozan de una vigencia secular, que, por otro lado, y después de siglos sombríos de lucha, aun dirigen, guían, el ejercicio público gubernativo (cualesquiera que sean sus colores y/o banderas).

Una patria sin patrimonio (cultural, histórico, identitario) es un absurdo, un contrasentido. La miseria material del país es resultado de procesos perfectamente explicables. Atribuirle al México profundo los trastornos que atormentan al Estado es síntoma de una dramática limitación cultural.

La apatía colectiva de cara a las fiestas patrias es francamente comprensible: el pueblo mexicano, el México profundo, advierte con claridad el carácter espurio e inoportuno de la celebración. Se trata, a mi juicio, de una desesperanza, de un desconsuelo, dotados de lucidez. El hartazgo y el rechazo masivo habrán de evidenciar la áspera realidad que enmarca los “festejos” en puerta.

Ahora si, compatriotas, “¡que se sienta el Power Mexicano!”.

jueves, 26 de agosto de 2010

¡Gracias señor cavernal!

La polémica que se ha desatado por el fallo de la Suprema Corte de Justicia a favor de los derechos de los homosexuales y lesbianas, en particular de la posibilidad de adoptar, demuestra claramente que es necesario seguir defendiendo al estado laico en contra de una corporación que ha pesar del enorme desprestigio que ha cosechado en los últimos años, sigue pensando como si estuviéramos en el siglo XIX.

Habrá que agradecer la incontinencia verbal de las figuras más visibles de los católicos mexicanos por reactivar una discusión que palidecía frente a temas de mayor presencia en la opinión pública, como el inicio de la carrera por la presidencia en 2012 o el fracaso de las políticas de seguridad del gobierno federal. Las intenciones de la derecha política y el alto clero para regresarnos a los tiempos de la inquisición -materializadas en el surgimiento de leyes estatales para criminalizar el aborto en varios estados de la república, entre ellos el de Veracruz- no parecían escandalizar a nadie ni alentar la defensa del estado laico.

Tal vez por ello, el cavernal que gobierna Jalisco, Juan Sandoval Íniguez, pensó que podría decir lo que fuera sin que pasara nada. Sin embargo, sus acusaciones en contra del jefe de gobierno de la ciudad de México y de los miembros de la Suprema Corte de Justicia que votaron a favor de la adopción de los matrimonios gay, le rebotó con fuerza inesperada, mostrándolo frente a la sociedad mexicana como símbolo de un poder caduco y que tradicionalmente a gozado de amplios márgenes de impunidad.

Síntoma de desesperación e impotencia, las acusaciones demuestran que la iglesia católica se niega a reconocer que, a pesar de contar con el apoyo de Calderón y de varios gobernadores del país, su imagen frente a la sociedad va en declive como consecuencia de los escándalos en que se ha visto envuelta por la continua violación de los derechos humanos de miembros y seguidores, menores y mayores de edad.

No es casual que el cavernal en cuestión critique sin ambages la posición de grupos de defensores de los derechos humanos en nuestro país, a los que considera parte de una conjura internacional para acabar con los valores religiosos que usufructa. Al catalogar a los derechos humanos como una farsa, olvida que en países como Chile, la iglesia católica defendió a las víctimas de la dictadura pinochetista, amparándose precisamente en la idea de que el ser humano posee derechos que están por encima de cualquier ideología o creencia religiosa.

Nunca pensé en agradecerle a un alto miembro del clero mexicano por incentivar la discusión de un tema central de nuestra sociedad. Gracias a su soberbia estamos frente a la posibilidad de ponerlos a discusión entre toda la ciudadanía y revitalizar los valores laicos. Eso es lo que hace falta en estos días en los que con desfiles militares y paseos de osamentas de dudoso origen, se pretende ocultar que la polarización social que prevalecía en la independencia y la revolución sigue más viva que nunca. Por todo eso, no me queda más remedio que decir: ¡Gracias señor cavernal!

miércoles, 25 de agosto de 2010

Razones para celebrar

Estamos a un menos de un mes de que el país entero se vista de fiesta y se regocije con las fiestas que colmaran de alegría nuestros corazones, todo ello en vista de los 200 años que el discurso oficial dice que tenemos de independientes y el centenario de aquella lucha, llamada revolucionaria, que dicen que cambió a este país con el objetivo de que nada cambiase.

Fuentes historiográficas fidedignas señalan que este martes se cumplirán 189 años de que nuestra supuesta independencia fue firmada y nuestro gobierno monárquico constitucional moderado fuese reconocido por el resto del mundo (así lo decían los Tratados de Córdoba, no es invento de quien esto escribe), pero quién soy yo para contradecir el discurso oficial. Si quieren celebrar el bicentenario, que lo celebren.

Sin embargo, considero pertinente realizar algunas reflexiones sobre lo que nos preparamos a celebrar por el resto del año, antes de que los ánimos de celebración llenen las planas de los periódicos.

Por ejemplo, hace 200 años la Iglesia católica jugó un papel importantísimo en la creación del nuevo estado mexicano. No podemos entender dicha lucha sin considerar los intereses, el dinero, y los fueros eclesiásticos que estaban en juego frente a un cambio en la estructura de poder. La jerarquía religiosa de nuestro país, ante la promulgación de leyes liberales en España que ponían en peligro sus fueros eclesiásticos, prefirió sumarse a la cause de Independencia. De tal manera, el hecho de que una de las tres garantías del México independiente fuese la religión, declarando al catolicismo como la religión única dentro de la nueva nación.

Hoy, dos siglos después, la Iglesia encabeza una feroz lucha, en contra de las instituciones administrativas establecidas, para conservar y retomar cotos de poder que fueron perdiendo a lo largo del tiempo. El Estado mexicano, supuestamente laico desde hace 150 años, enfrenta un grave conflicto en este sentido, a tal grado que Marcelo Ebrard sienta la obligación de ir a Roma a acusar a los cardenales mexicanos con el mismísimo Papa.

Por otra parte, la supuesta soberanía obtenida tras el reconocimiento de nuestra Independencia, no ha sido sino pisoteada una y otra vez, si bien no de la misma forma. Hace algunos siglos, mediante constantes invasiones a nuestro territorio. En las últimas décadas, mediante tratados de libre comercio e instrucciones del Fondo Monetario Internacional en materia de política económica.

Hace cien años, por su parte, una liberal y democrática revolución removió del poder a uno de los gobiernos más déspotas que había tenido este país, para reemplazarlo con uno igualmente autoritario. Se logró consolidar un aparato de gobierno que aglutinó, de manera dedocrática, a todos los sectores productivos e improductivos del país para conformar un partido que se adueño del aparato estatal por 70 años, con el pretexto de llevar el progreso y la modernidad a cada recóndito pueblo del país. Hace 10 años, no obstante, la transición a la democracia por fin tomó lugar (o eso dicen los especialistas), y el cambio se comenzó a hacer palpable: nuevas toallas en los Pinos anunciaban un brillante porvenir para nuestro México. Sin embargo, hoy nos damos cuenta que los mismos esquemas de corrupción, de represión y de injusticias, así como los procesos de empobrecimiento de muchos y enriquecimiento de pocos han seguido su curso sin que el color del partido en el poder altere su comportamiento.

No son estos, por supuesto, los únicos puntos a reflexionar cuando nos prestemos a gritar a los cuatro puntos cardinales que somos un país independiente y revolucionario. Sin embargo, pueden ser buenos puntos de partida para la discusión. ¿Qué celebramos, realmente, en el año del Bicentenario?

martes, 24 de agosto de 2010

Mezquita en llamas

Democracy Now!


Traducido por Mercedes Camps, Fernanda Gerpe y Democracy Now! en español

Salman Hamdani falleció el 11 de septiembre de 2001. El asistente de investigación de la Universidad Rockefeller tenía 23 años y era graduado de bioquímica. También había recibido capacitación como técnico en medicina de emergencia y era cadete del Departamento de Policía de Nueva York. Pero ese día nunca llegó a su trabajo. Hamdani, un musulmán estadounidense, fue uno de los primeros socorristas en llegar aquel día. Corrió hacia la Zona Cero para salvar a otros. Su acto de altruismo le costó la vida.

Hamdani fue más tarde distinguido como un héroe por el Presidente George W. Bush y su nombre fue mencionado en la Ley Patriota de Estados Unidos. Pero no fue así como lo describieron los medios inmediatamente después del 11 de septiembre. En octubre, sus padres fueron a la Meca a rezar por su hijo. Mientras estaban fuera del país, el New York Post y otros medios describieron a Hamdani como uno de los posibles terroristas fugados. El titular del New York Post anunciaba en letras de molde “¿DESAPARECIDO O ESCONDIDO? EL MISTERIO DEL CADETE PAKISTANÍ DE LA POLICÍA DE NUEVA YORK”. El artículo sensacionalista decía que alguien muy parecido a la descripción que se había dado de Hamdani había sido visto cerca del Túnel Midtown un mes después del 11 de septiembre. Su familia fue interrogada, y se investigaron las búsquedas en Internet y las inclinaciones políticas de Hamdani.

Sus padres, Talat y Saleem Hamdani, habían buscado desesperadamente en los hospitales, en las listas de fallecidos y de heridos. “Sólo buscábamos, en cada rincón de los hospitales. Fuimos a Nueva Jersey, fuimos a todos los hospitales. Algunos pacientes habían perdido la memoria”, dijo su madre, Talat. “Teníamos la esperanza de que fuera uno de ellos y de que pudiéramos identificarlo”.

Los siniestros informes sobre Salman Hamdani fueron característicos de la creciente y abierta intolerancia contra los árabes-estadounidenses, los musulmanes-estadounidenses y la gente de ascendencia sur-asiática. Talat, que en aquel momento trabajaba como maestra, me contó que los niños de su familia tuvieron que cambiar sus nombres por nombres anglosajones para evitar ser discriminados:

“Tenemos sobrinas y sobrinos. Estaban en segundo grado. Y, créanme, cambiaron sus nombres. Armeen pasó a llamarse Amy, y uno pasó a llamarse Mickey, el otro Mikey y el cuarto pasó a llamarse Adam. Y les preguntamos, '¿Por qué cambiaron sus nombres?' Y dijeron 'porque no queremos que nos llamen terroristas en la escuela'”.

El 20 de marzo de 2002, la familia Hamdani recibió la noticia de que el ADN de Salman había sido hallado en la Zona Cero, y que por lo tanto era oficialmente una de las víctimas de los ataques. En su funeral, realizado en el Centro Comunitario Islámico en la calle 96 del Este de Manhattan, hablaron el Alcalde Michael Bloomberg, el Jefe de Policía Ray Kelly y el congresista Gary Ackerman.

Lo que nos lleva a la actual polémica sobre la propuesta de construir un centro comunitario islámico, proyectado en el número 51 de Park Place en el bajo Manhattan. Vale aclarar que el lugar no es una mezquita, y no es en la Zona Cero (está a unas cuadras de distancia). La Iniciativa Córdoba, el grupo sin fines de lucro que impulsa el proyecto, lo describe como un “centro comunitario, muy parecido a la Asociación Cristiana de Jóvenes o al Centro Comunitario Judío, donde la gente de cualquier fe puede utilizar sus instalaciones. Además de un gimnasio, la Casa de Córdoba tendrá una piscina, un restaurante, un auditorio para 500 personas, un monumento conmemorativo del 11 de septiembre, una capilla para diferentes religiones, un espacio de oficinas y salas de conferencias y un espacio para rezar”.

La oposición al centro comenzó en blogs marginales de derecha, y desde entonces ha llegado a los medios masivos. Mientras los multimillonarios agentes inmobiliarios discuten qué hacer en la Zona Cero, el hueco que allí quedó aún no ha sido llenado. En cambio, el hueco en las noticias durante el mes de agosto fue llenado con la polémica de la “Mezquita de la Zona Cero”, como ellos mismos la llaman.

Hay otro hueco que debe ser llenado, a saber: la ausencia de referentes en Estados Unidos de todas las profesiones y condiciones sociales y de todo el espectro político que defiendan la libertad de religión y se expresen contra el racismo. Como dijo una vez el Reverendo Martin Luther King Jr.: “Al final no recordaremos las palabras de nuestros enemigos, sino el silencio de nuestros amigos”.

¿Alguien diría seriamente que no debería existir una iglesia cristiana cerca del edificio de la ciudad de Oklahoma en el que Timothy McVeigh realizó su atentado con coche-bomba, solo porque McVeigh era cristiano?

La gente que está en contra del odio no es una minoría marginal, ni tampoco una mayoría silenciosa. Es una mayoría silenciada. Silenciada por los opinólogos y pseudointelectuales que llevan a cabo este debate en los medios.

El odio provoca violencia. La marginación de una población entera, de una religión entera, no es algo bueno para nuestro país. Pone en peligro a los musulmanes en Estados Unidos, y genera rencor hacia Estados Unidos en el resto del mundo.

Cuando le pregunté a Daisy Khan, directora ejecutiva de la Sociedad Estadounidense para el Avance Musulmán, una de las organizaciones que copatrocinan el centro comunitario propuesto, si temía por su vida, por la de sus hijos o por los musulmanes de Nueva York, respondió “Temo por mi país”.

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Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.

Fuente: http://www.democracynow.org/es/blog/2010/8/19/mezquita_en_llamas

lunes, 23 de agosto de 2010

Violencia poética

Visiones alternas
Luis Josué Martínez Rodríguez


El periodismo mexicano está rodeado de fotografías que retratan la guerra dentro del narcotráfico. Este tipo de fotografías no son únicamente la documentación de asesinatos, por partida doble representan la violencia como espectáculo y como forma de vida. Arriba de su interpretación se encuentra la función directa de estas imágenes: trasmitir un mensaje con destinatario preciso. Las fotografías son una puesta en escena realizada por un determinado cártel para comunicar –amenazar- a su contraparte. Los fotógrafos de prensa simplemente terminan de construir el mensaje al ponerlo en imagen y distribuirlo en un contexto publicitario. Así, la imagen parece ser un mensaje oculto para nosotros por más explícito que en apariencia sea su contenido. Basta con leer algunas de las leyendas como “la moneda está en el aire y pronto caerá al pozo 00Z”. Es así como la fotografía se presenta como un código secreto producto de la configuración de elementos altamente reconocibles. De lo explícito a lo implícito, los narcomensajes postulan un lenguaje privado del submundo criminal.

Si lo explícito de la imagen fotográfica no es suficiente para causar un choque en nuestra enajenación, la artista Teresa Margolles (Culiacán, 1963) recurre a un mecanismo inverso de construcción del mensaje: parte de una “imagen” en apariencia implícita para desnudar la esencia misma de la violencia. Presentada en la 53 Bienal de Venecia y curada por el historiador del arte Cuauhtémoc Medina, la exposición ¿De qué otra cosa podríamos hablar? de Margolles propone como problemática principal de nuestro país la violencia producto del narcotráfico. Instalada en el antiguo palacio Rota-Ivancich, la obra de Margolles se despliega en siete piezas principales.

Primera: Limpieza (2009), los cuartos se encuentra vacíos, la decadencia del inmueble invade el espacio, no existe más que la nada, ya portadora de un significado relevante: ausencia, ansiedad ante la soledad. Los pisos son trapeados frecuentemente por personal de intendencia. La ficha de la obra indica que el líquido con el que se “limpia” es una mezcla de sangre y agua, sangre procedente de lugares de conflicto narco en los estados de Sinaloa y Baja California. Segunda: Narcomensajes (2009), tres telas rojizas colgadas sobre los muros de una de las salas del palacio. Los paños están teñidos con la misma sangre recogida de las zonas de conflicto. La obra se presenta como una pieza en proceso, pues es bordada día a día con hilo de oro con el cual construye citas textuales de los mensajes que el crimen organizado utiliza en sus ejecuciones como “Ver, oir y callar” y “Hasta que caigan todos tus hijos”. Tres: A lo largo de un pasillo se encuentran bocinas que reproducen las voces de testigos de aquellos sitios donde se realizaron los homicidios. Cuatro: Sangre recuperada (2009), la última sala presenta un conjunto de mantas que contienen material líquido y sólido proveniente de estos mismos escenarios de violencia, la mezcla de inmundicias escurre por las mantas dejando una huella ocre a su paso sobre estas. Cinco: afuera del recinto, sobre una de las cornisas del palacio, entre la bandera de México y la bandera de Venecia, se encuentra otra bandera roja impregnada del mismo material que las mantas depositadas dentro. Seis: durante la inauguración se repartieron tarjetas tipo bancarias donde aparece, de un lado, una fotografía de una víctima de la narcoviolencia irreconocible ante su maltrato y en el reverso el texto: Persona asesinada por vínculos con el crimen organizado. Tarjeta para picar cocaína. Siete: joyería realizada con vidrios, cristales y metales provenientes de los vehículos de los narcos, recopilados en el lugar de los enfrentamientos.

A diferencia de las fotografías que encontramos en la prensa, las piezas de Teresa Margolles no muestran la violencia como espectáculo otorgando de forma desnuda los acontecimientos. Sus piezas simplemente subvierten la relación entre lo oculto y lo mostrado. En un primer momento Limpieza (2009) parece ocultar más que mostrar, no establece una conexión directa con algún acontecimiento violento, si bien puede denotar una variedad de significados, dichos significados están relacionados con la ausencia más que con la presencia de “hechos reales”. Sin embargo, después de leer la ficha técnica, la pieza se abre ante los acontecimientos, sirviendo como testimonio de la masacre producto del enfrentamiento entre sicarios. La representación del acontecimiento no se muestra como imagen, como espectáculo, sino a partir de un resultado del mismo acontecimiento: la sangre de los muertos.

El choque es patente, acostumbrados por los medios de comunicación a enfrentarnos ante los hechos de manera directa, burda, obscena, somos inmunes ante las imágenes de cadáveres mutilados por pertenecer a un corpus de imágenes ya asimiladas a fuerza de reiteración. Sin embargo, cuando la imagen no está ahí, cuando el acontecimiento se vuelve líquido, en el sentido literal y el metafórico, cobra otra dimensión. El mensaje irrumpe en nuestra conciencia lineal ocasionando una fractura entre lo que se percibe y lo que se dice. Pisamos la humedad ocasionada por la sangre, sangre producto de la violencia, violencia producto del crimen organizado. Pisamos y respiramos el narcotráfico. Es ahí donde radica, a mi parecer, la poética de Teresa Margolles, una poética terriblemente violenta. Su obra presenta un registro distinto al de la fotografía periodística. Si la fotografía me aleja, las piezas de Teresa Margolles acortan la distancia, haciéndome vívida la agresión, eliminando toda posibilidad de huir, no es un espectáculo, no es un simulacro, es lo concreto de la muerte ocasionada por la violencia.

viernes, 20 de agosto de 2010

Bizarrismo Mágico: Tercer Acto


El estado de alarma se ha generalizado. La contención del pánico colectivo es un escenario improbable. No hay maniobra política alguna que consiga frenar el éxodo en masa y en serie de respetables connacionales indispuestos a consentir el asentamiento físico y moral de los neo-promotores del alboroto popular: ¡los bizarristas!

Es evidente que la acción tardía de las autoridades propició la proliferación de la virulenta epidemia que contrajo la Nación, a saber, el Bizarrismo Mágico. La táctica y estrategia del Gobierno en el combate al libretráfico de ideas bizarras evidencia lagunas y deficiencias inexcusables. La ciudadanía, a través de lideres acreditados, exige la aplicación rigurosa del artículo 6º constitucional, a saber: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público...”. En virtud de esto último (el menoscabo a la moral colectiva y la consigna al agravio social), los ciudadanos comprometidos juzgan urgente proceder a la aplicación de penas condenatorias a aquellos que transgreden el Contrato que rige la vida de las y los ciudadanos.

En declaraciones recientes, el presidente de la República demandó que en materia de inseguridad público-moral todas las autoridades actuaran responsable y comprometidamente. El Presidente ofreció “todo lo que soy y todo lo que tengo” en materia de seguridad. Con relación a esta declaración, la organización bizarrista Bola de Oro emitió, a modo de contestación, un bizarro comunicado:

“DESTINATARIO: El Hijo Obediente: –“Señor ‘Hijo Obediente’, usted ha ofrecido ‘todo cuanto es, y todo cuanto tiene’ en materia de seguridad. Es de todos sabido que el principal objetivo en su lucha contra los agentes del mal es la eliminación moral y física de los bizarristas. No obstante sus malintencionadas bravatas, los bizarristas agradecemos sus palabras, acaso de aliento, pues resulta reconfortante saber que esta nueva cacería hará gala de 'todo cuanto usted es y todo cuanto usted tiene'. Lo que nos conduce a pensar, sin menospreciar su valioso esfuerzo, que nuestra perdurabilidad es un hecho virtualmente consumado.”

Desde la Presidencia se escuchó un estruendoso alarido en señal de repudio a la réplica: “¡Ha llegado la hora de librar a México de las garras del crimen!”.

Obstinados en refrendar su grotesca insubordinación, los bizarristas acuciosamente respondieron al llamado del Ejecutivo Federal: –“Honestamente nos cautiva más el guión de ‘El Bueno, el malo y el feo’”.

Irritado por la tosca desfachatez de los bizarristas, el Secretario de Educación, y vocero ocasional del Presidente, adujo: “Estamos, por supuesto, abiertos como en todo sistema democrático a recibir críticas, a escucharlas, pero también, por supuesto, a responderlas; el Presidente está respondiendo y con gran claridad”.

Cuando parecía que la violenta diatriba había cesado, los bizarristas, a través de un portavoz no identificado, arremetieron otra vez en contra de la figura presidencial: –“Nuestro pensar es indestructible. Si usted, Señor ‘Hijo Obediente’, se siente agredido por nuestra libre expresión le sugerimos que discontinúe el ejercicio de su cargo público en este preciso instante. Nuestro afán no es herir susceptibilidades de orden moral: las sepultaremos irreparablemente”.

El Recuerdo: Acto Histórico Individual (parte I de II)

Aquelarre
Arturo Mejía Acosta

“Luz.../Cuando mis lágrimas te alcancen/ la función de mis ojos/ ya no será llorar,/ sino ver.”
- “Colofón”, León Felipe


Siempre busco maneras raras para seguir recordando y reconstruir mi personal historia. Es una maravilla cuando del ayer surge el Recuerdo en mi ser consciente para seguir sustentando mi tan insignificante vivir por diferentes caminos que fundaron mis diversos destinos (Pluralidad existencial, y que gracias a la digna voz ahora tengo boca escribidora y con quien hablar: tú, lector. Mi táctica es hablarte y saber escucharte para tender puente de comunicación contigo. Uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho inobjetable de no hacer lo que no quiere). El recuerdo es humo, sed y pájaro. Y cuando se pretende olvidar esos actos sufridos en carne propia o en la ajena sin afrontarlos, dejando que la vida corra a la nada, en nuestro ser y deber ser no habrá fogata para ese humo, ni siquiera sed para ese cántaro o, tal vez, no haya pájaro para ese viento. Yo moriré, pero antes, jamas de los jamases dejaré morir lo vivido (El Recuerdo), porque con ello, acompañándome, no nada mas soy hombre biológico (la pulga como el elefante nace, crece, se reproduce y muere) sino que me otorgo la oportunidad de ser histórico para escalar al hombre existencial (antes de rendir cuentas). Y con este recordar histórico personal seguiré bogando en la alta mar de mi humilde escribir estos AQUELARRES, edificados con cosas de poca importancia, pero existenciales para seguir viviendo mi vida y compartirla contigo, lector.

Hoy llega a mí mi León Felipe, poeta español asilado en México, y eterno perseguido por la dictadura franquista para que con algunos de sus versos te convoque a leerlo y conocerlo, lector, y sobre todo comprender lo que no es tener Patria (apátrida). No lo tengo conmigo pero he viajado con él en busca de mi patria: México. Tal vez lo distorsione un poco porque este recordar no es tan tangible, y que con sus versos estructure la 1ª parte de este AQUELARRE:

1. –“Así es mi vida/ piedra, como tú/ piedra pequeña/ piedra ligera/; como tú, canto que ruedas/ por las calzadas/ y por las veredas;/ como tú,/ piedra aventurera,/ que tal vez estés hecha/ sólo para una honda,/ piedra pequeña y ligera.”

2. –“Aquí estoy/ en este mundo esperando./ Viejo y cansado./ Esperando a que me llamen./ Y aquí estoy esperando/ con el mismo traje de ayer,/ haciendo recuento y memoria,/ haciendo examen de conciencia,/ escudriñando mi vida.”

3. –“Enciende con tu mano la nueva música del mundo/ la canción marinera del mañana/ el himno venidero de los hombres./ Echa a andar otra vez este barco varado, marinero./ Tú tienes en el bolsillo una estrella.”

4. –“¡Que lástima que yo no pueda entonar con voz engolada/ esas brillante romanzas a la gloria de la Patria!/ ¡Que lástima que yo no tenga una Patria!/ Y que no pudiendo cantar otras hazañas,/ venga, forzado, a cantar cosas de poca importancia!”.

5. –“No me contéis mas cuentos./ Rompedme los lazos, anillos, cercos, redes, trampas/ y todos los caminos paralelos./ No quiero que me entierren con cuentos/ que me sellen la boca y los ojos con cuentos./ Que no quiero verme clavado en el tiempo./ Quiero verme un día volando en el viento.”

martes, 17 de agosto de 2010

El gigante de las siete leguas (Parte 2)

Cubadebate

Comentarios de Fidel Castro sobre el libro de Andrés Manuel López Obrador, ex-gobernador del distrito electoral de Ciudad de México

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111309

Refranero


Arturo Mejía Acosta

“Buenos días les dé Dios, ¿Cómo amanecieron? No por mucho amanecer amanece más temprano.”

- Las tierras Flacas, Agustín Yanez


Como los titireteros de plaza o feria cantan las desesperanzas y desengaños del pueblo tan simple así quisiera escribir este AQUELARRE. Amo y gozo este hablar de mi gente directa, sin tapujos, taparrabos o recovecos, rebotando en el llano abierto de la lengua, rosario de sentires y pensares, sobre asuntos acontecidos y coronarlos con refranes que da el constante devenir de la vida cotidiana bien plantada sobre la tierra llamando al pan, pan y al vino, vino, y como apoyo con el que se parla para que logre sacar al buey de la barranca o se decida tomar al toro por los cuernos, y tome partido para bien o mal de quien dio motivo de tal reflexión popular porque tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, y el que por su gusto es buey hasta las coyundas lambe, y el que nace pa’ tamal del cielo le caen las hojas y el que nace pa’ maceta del corredor no pasa, y porqué tantos brincos estando el suelo tan parejo ya que si es buen bailador al son que le pongan baila y si es buen gallo en cualquier gallinero canta y sin olvidar que las gallinas de arriba cagan a las de abajo y porqué tanto cacareo pa’ poner un huevo, y no olvidar que cada quien tiene su manera de matar pulgas o de sacúdeme esta pajita, vale, porque perro que ladra no muerde...

Ojalá (Oj-Alá= por Alá) mi gente preserve su refranero para referirse a los aconteceres de su vida: están preñados de rústica pureza vivencial para sentenciar el acto sabido, visto o sufrido. El refrán es sustantivo y verbo sentencioso. También es manifestada sabiduría rural de quienes arraigados a su medio viven su vida en acción y armonía en la relación humana con su gente, solidaria y de buen entendimiento contra viento y marea de los ciclones sociales que provocan los desgobiernos apátridas. Ojalá la SEV duartista entrante preserve esta expresión refranera del pueblo en sus Programas de Educación Básica. Pero ese es otro cantar. Ojalá no esté predicando en el desierto (los jóvenes dicen: eso es para otro rollo, “guey”).

Ojalá que antes de que el vivir se me resquebraje a pedazos enchinados de genuina olla de barro (vida) al vaivén del sube y baja de la reata de lo que siempre he sido piñata colgada en espera del palazo final de mano infantil fiestera, entusiasta y alegre por saber lo que contengo como regalo desparramado en mi personal quiebra total mi Mileno El Portal me siga permitiendo decir estas cosas mías de poca importancia. Y con su venia termino este AQUELARRE REFRANERO.

Mamita Sofía, mujer refranera y cuestionadora de lo que sabía y sentía de su gente al verlos accionar su vida me decía siendo niño: dale de beber al sediento como de comer al hambriento; pero sobre todo lo que tu mano derecha dé que no lo sepa tu izquierda. Sé tú siempre, hijo, porque circo, maroma y teatro estarán en derredor tuyo. Y termino: Pito Pérez en el campanario de la iglesia esperaba a las beatas para su rezo de todas las tardes y al verlas llegar con su vozarrón exclamaba a los cuatro puntos cardinales: ¡Bienvenidas, viejas, entran pa’ comer santos y salir a cagar diablos. (“La vida inútil de Pito Pérez”, novela satírica de José Rubén Romero, refranero michoacano).

lunes, 16 de agosto de 2010

Cántaro Roto

“Quién dijo que todo está perdido,

Yo vengo a ofrecer mi corazón.

Tanta sangre lleva el río,

Yo vengo a ofrecer mi corazón”.

 

- Alberto Cortez, cantante español.

 

A veces navego en el tal vez. En ese quizás que pueda cambiar el presente poniendo el corazón en el asador como acto de amor para recordar, parando las aguas del olvido y encontrar el cabo de la vida porque allí están todos los comienzos para el cambio que requerimos. Sin lamentos recordemos lo pasado como antesala de libertad democrática para trabajarse como voluntad social. Una cosa es pensar y otra recordar porque las cosas fueron o pudieron no haber sido como pensamos que fueron.

 Las bellas palabras Barlovento y Sotavento evocan a hombres marinos navegando en la alta mar, dirigiéndolos por el viento de la primera y protegiéndolos de la fuerza eólica por la segunda (ojalá que los políticos en escenario electoral tomen las direcciones de los aires de Barlovento y Sotavento para conducir a la Nación a buen puerto).

 Y hasta aquí en el corazón sotaventino del Papaloapan (mariposas acuáticas bajando a la mar), y en el corazón mismo de Tlacotalpan (Fito, hermano mío, no te muevas que te quiero retratar) llégome a este mi pobre corazón de humo y cuerno la acuática noticia de que el 19 de octubre de 2001 Digna Ochoa y Plácido fue asesinada de 2 balazos. Mujer digna, cachichinera misanteca y paisana mía, prométote escribir otro AQUELARRE sobre tu actuar en defensa de las etnias. Vayan a ti estos versos pescados a orillas de este mi Papaloapan, en ese día de tu crimen bajando en las alas de sus mariposas a la alta mar, eternizándote:

 

Cántaro Roto

 Canto de infinito amor para Digna Ochoa y Plácido

 

I

Los heraldos acuáticos del Papaloapan

Trajeron a este viejo corazón girasol

La anunciación de tu muerte indigna,

Alguien agazapado dio la orden.

Y Digna, indignamente, fue asesinada.

Pero no borrada. Estás aquí conmigo.

Cabalgas en el Papaloapan a la alta mar.

Baños de amaneceres y crepúsculos hacen de ti

Glorificada mujer acuática engarzada y coronada

Con algas y lirios para tu resurrección marina.

Redes acuáticas de mariposas y peces te llevan a la alta mar.

 II

Nunca el guarazapo escondido ordenará en ti

Una segunda muerte: las balas en la mar de vida no detonan.

Bajas mujer serrana en el Papaloapan en el día de tu muerte.

Bogas en él a tu mar de guerra y combate:

Con él a la mar de tu manifestado amor étnico.

Y en este viejo girasol mío, corazón mío,

Estás viva, Digna, a pesar de tu muerte indigna.

Y con galopante concierto de cuerdas acuáticas

A los cuatro puntos cardinales de tu Misantla serrana

Heraldos sotaventinos anunciarán tu llegada a la mar.

 III

Cantamos coplas acuáticas para ti, Digna mía,

Mientras bogas a tu mar en alas de mariposas del Gran Río Padre:

Nací al pie de la mar nauteca y tu allá arriba en la sierra misanteca.

Mi mar y tu sierra nos ofrecen icacos y tecomates,

Suficiente arsenal frutal para declarar la guerra:

Redondos frutos balísticos cayendo en nuestras bocas.

Y con mi mar y tu sierra adentro

Manifestemos nuestro estado total de guerra:

No más daño al mosaico étnico de la Patria.

Mar Icacos y Sierra Tecomates: marinos y serranos frutos redondos

Cayendo a nuestras bocas sedientas por sal y viento:

Equipémonos frutalmente para el combate.

 IV 

Pero hoy para ti, combatiente, y por tu muerte indigna

La redondez frutal de la arena y la arcilla:

El indígena cántaro de agua y tierra, de vida.

Y sobre tu cántaro roto,

El frutal murmullo redondo de pena te dijo:

“Con tu muerte indigna nos mataron, hermanita.

Y en la mar del combate, contigo resurgiremos…”


Arturo Mejía Acosta

Estrategia equivocada

Se trata de un problema que, en gran medida, tenemos gracias a ellos. La mayor parte de la mercancía que se mueve dentro del país tiene como destino llegar directamente a los consumidores norteamericanos. La mayor parte de las armas con las que se libran los enfrentamientos entre grupos armados provienen del vecino país.

La instrucción de declarar la guerra, pese a ser tan independientes y revolucionarios como somos, viene precisamente desde Washington. Y por más que digan que una mentira repetida mil veces se vuelve verdad, esta no es una guerra que se esté ganando.

En Estados Unidos una de cada 40 personas cubre el diagnóstico de abuso o dependencia de sustancias ilícitas. Aproximadamente 40 millones de personas han sufrido daños a raíz del uso de estas, mientras que más de 15 millones consumen drogas ilegales habitualmente. Se trata de un negocio que representa más de 400 mil millones de dólares a nivel global.

Pero, aparentemente, el problema es de nosotros. Por ello, el presidente y salvador de la nación encargada por mandato divino de dirigir los rumbos de este mundo (Obama, en pocas palabras) decidió enviar a 2700 soldados de la Guardia Nazional, para sumarse a los 20 mil de la patrulla fronteriza, así como la aprobación de 600 millones de dólares adicionales para ser usados con el fin de resguardar su frontera sur de las barbáricas hordas indocumentadas y cargadas de droga de mexicanos que intenten cruzar hacia la tierra prometida.

"La seguridad de la frontera sur es mi mayor prioridad desde que llegué al poder", afirmó el Mesías anteriormente mencionado. No las dos guerras que libra su país a miles de kilómetros de distancia. No el tropezón del sistema financiero que puso a temblar a la economía global. No las miles de personas sin seguridad social en Estados Unidos, ni el calentamiento global, ni el derrame de petróleo, ni nada.

Nada es más importante que mantener a raya la violencia que satisfacer la demanda de enervantes de su país causa en el nuestro.

La ley aprobada "reforzará nuestra cooperación con México para combatir las organizaciones criminales que operan a ambos lados de nuestra frontera común", según el presidente. Por supuesto que la cooperación quedará reforzada, con un muro y miles de soldados entre ambas fronteras.

Mientras tanto, desde su pedacito de edén en San Cristóbal, un ilustre caballero propone legalizar las drogas para acabar con el conflicto. Interesante propuesta, pensé, hasta que recordé al Nobel colombiano Mario Vargas Llosa, a José Luis Borgues, a los negros que no quieren trabajar y a las lavadoras de dos patas.

Entonces ya no supe que pensar…

Una cosa es cierta: el consumo de drogas no depende exclusivamente de la dureza de las leyes que pretenden combatirlas. En Estados Unidos, país con fuertes leyes antidrogas, el 42% de la población ha probado marihuana y el 16% ha probado cocaína. En Holanda, país con leyes más laxas, sólo el 20% probó marihuana y el 2% probó cocaína.

Otro dato interesante: el menor consumo de drogas (alcohol y tabaco incluidas) en el mundo se encuentra en los países del continente africano. Aparentemente, el consumo de drogas va de la mano con el desarrollo y la modernización de las culturas locales.

Más allá de si la legalización es o no la solución al problema, lo importante es reconocer que se trata de un asunto de salud pública, y no de seguridad nacional, como nuestro desgobierno y el del otro lado nos quieren hacer creer.

domingo, 15 de agosto de 2010

Estatus de facebook

Yo a las morenas quiero

yo a las morenas quiero

desde que supe

que morena es la virgen

que morena es la virgen

de Guadalupe [...]

La mujer que yo quiero

es una morena

porque baila la Bamba

que es cosa buena.

La mujer que yo quiero

si es mexicana

La mujer que yo quiero

si es mexicana

porque baila la Bamba

veracruzana”


Apróximadamente hace 4,100 millones 2,010 años

“De acuerdo a la teoría oficial, un protoplaneta hipotético llamado Theia golpea a la Tierra y en el impacto un gajo del planeta se desprende, formándose la Luna.

El origen de la Luna no está claro.”

Línea del tiempo de Robin Matus


Apróximadamente la semana pasada la esquizofrenia de la tecnología me atacó directamente. Ya no se puede vivir en este mundo sin comunicarse: el celular es una obligación moral, resulta; los correos electrónicos un medio de entretenimiento; las redes sociales, estatus: ¡facebook no existe!


31 de octubre de 1498

Vuestras Altezas tienen acá otro mundo de donde puede ser tan acrecentada nuestra Santa Fe y de donde se podrían sacar tantos provechos.”

Correspondencia de Cristóbal Colón


Chat en facebook o del arte de hablar por teléfono


-Estaba soñando cosas raras.

-Algo andarás haciendo. No entendí tu correo.

-Te pedí tu dirección para mandarte tus cosas.

-¿Y por qué en tu correo decías que pensabas que ya te lo habías ahorrado?

-Supongo que cuando uno está dormido sueña cosas raras.”


4 de julio de 2010

El problema es que teniendo tantos (uy sí ¡qué presumida! Ni son tantos) voy a buscar consumir algo de todos. Y tampoco me quiero quedar (como dice mi mamá) 'sin Juan y sin las gallinas' porque 'el que mucho abarca, poco aprieta' y a mi me gusta apretar (dicen que se siente más rico. Yo no sé, me han contado... jajaja)

Punto.Bye.”


La parte de ficción


Una mañana cualquiera te levantas con ánimo revolucionario. Tus ojos se inundan con la certeza de tu fuerza moral y emprendes el camino de Ulises para reivindicar a la justicia y enderezar el rumbo del mundo.

Yo no me puedo quedar atrás y tengo que partir sobre Rocinante.

Los días pasan por encima de mí, se me esfuman y de repente tengo una mañana seguida de una noche y el Sol no sale en una semana. La Luna también se esconde... pero ya sé dónde está escondida.

Sólo que esta vez no iré a buscarla.

Amar es combatir, si dos se besan

el mundo cambia, encarnan los deseos,

el pensamiento encarna, brotan las alas

en las espaldas del esclavo, el mundo

es real y tangible, el vino es vino,

el pan vuelve a saber, el agua es agua,

amar es combatir, es abrir puertas,

dejar de ser fantasma”


Piedra de sol, de Octavio Paz

sábado, 14 de agosto de 2010

Generación Y: segunda parte

No obstante mi pronunciada renuencia a escribir segundas partes, en esta ocasión habré de infringir este principio, otrora inalterable, a fin de complacer a los ávidos lectores que sugiriéronme extender el alegato cuasi expiatorio de la malquerida y malqueriente Generación Y. La sugerencia, empero, no abarcaba preguntas, dudas o inquietudes específicas que reclamaran respuestas concretas. Así que me he tomado la libertad de ampliar el veredicto con base en criterios y elucubraciones de orden estrictamente personal. Espero no decepcionar al intrigado lector que me sigue semana tras semana con profusa lealtad (nótese que no dije fidelidad).

La letra “Y” posee una estructura anatómica muy peculiar: consiste en una línea inferior, a modo de base, que se bifurca y desemboca en dos líneas divergentes. Acaso algo semejante ocurre con la Generación Y. Al resquebrajarse el orden establecido –la plataforma societal e ideológica-, las generaciones contemporáneas descubrieron que El Camino se escindía en múltiples veredas, apreciablemente distintas unas de otras. La desmembración del hombre en el ser o no ser shakesperiano se transfiguró, y la elección del camino deseable se volvió un asunto cada vez más complejo e inextricable.

No debemos omitir, además, la presente coyuntura de declive del otrora imperio norteamericano. Este hecho, por si solo, bastó para cimbrar y transgredir la existencia de las últimas generaciones: las premisas y creencias antiguamente afincadas fueron repentinamente condenadas por la turbia realidad subyacente. No obstante esta fractura, visiblemente alentadora, pareciera haber una tendencia clara hacia la inmovilidad y la parálisis. No es disparatado conjeturar que este anquilosamiento es una consecuencia del creciente perfeccionamiento y adelanto de la tecnología “opiácea” (alienante). La esperanza -la espera- es un rasgo naturalmente humano. En una sociedad crecientemente anti-natural, avasallada por la tecnología, la esperanza inherente al hombre parece haber sufrido reveses definitivos.

Con relación a esta crisis irresoluble, el filósofo y sociólogo alemán, Herbert Marcuse, alguna vez sostuvo: “La sociedad industrial avanzada es capaz de reprimir todo cambio cualitativo”. Es posible que detrás de esta afirmación se localice la explicación de la negligencia, la apatía, la impotencia y el escepticismo de las nuevas generaciones.

Hace mas de 150 años que Don Carlos Marx formuló la siguiente observación: “Los frutos de su cabeza [del hombre] han acabado por imponerse a su cabeza. Ellos, los creadores, se han rendido ante sus criaturas”.

¿A que clase de criaturas o fantasmas cerebrales se habrá referido el vituperado genio alemán? ¿Progreso? ¿Democracia? ¿Modernidad? ¿Desarrollo? ¿Ciencia? ¿Religión?

La Maquina ha tomado las riendas del destino humano por razón de nuestra creencia ciega en la infalibilidad de la ciencia. Si alguna generación posee la facultad de revertir esta trayectoria anti-humana esa generación es la denominada Y.

El solo hecho de cargar, consciente o inconscientemente, con una responsabilidad tan aplastante, ha sido razón suficiente para mantener en estado de parálisis a la generación aludida. Insisto: no se trata de una justificación exculpatoria... se trata de un axioma infelizmente implacable.

Consumo de drogas y responsabilidad social

La discusión en la opinión pública con respecto a la legalización del consumo de las drogas se mueve entre dos extremos: por un lado, la visión que asegura que todo el mundo se va a volver adicto; por el otro, la visión que la ve como la llave mágica para resolver el problema de seguridad pública. Las dos parten de ideas equivocadas, pues es falso pensar que los ciudadanos son menores de edad como también es falso pensar que las calles volverán a ser seguras gracias a la reducción del tráfico ilegal.

La escalada de violencia que ha vivido el país en los últimos tres años ha generado una enorme angustia social así como una reducción de la capacidad del estado para gobernar. Es en este contexto que surge la discusión sobre la legalización de las drogas, mas como una manera de enviar un mensaje a la ciudadanía para decirle que el estado está abierto a propuestas para mejorar la seguridad pública que como una verdadera solución al problema.

Los crecientes niveles de inseguridad y violencia forman parte de un problema complejo y por lo tanto debe ser atendido desde varios flancos: disminución de la pobreza y la marginalidad, caldo de cultivo perfecto para mantener una guerra civil; reestructuración de la procuración de justicia y de las fuerzas de seguridad, instituciones que hoy no parecen ser la solución al problema sino parte de él; fin del secreto bancario, que hace cómplice del narcotráfico a todo el sistema el financiero; cooperación internacional efectiva para establecer políticas coordinadas en todo el mundo.

Por su parte, la liberalización de las drogas no sólo forma parte del problema de seguridad sino también del de salud pública. El costo social derivado del consumo indiscriminado es enorme, no sólo porque mantiene a la alza un mercado ilegal sino porque acelera la descomposición del tejido social y familiar así como la salud de los individuos. Reconocer lo anterior implica asumir que el problema de las drogas no puede ser responsabilidad sólo del individuo que las consume sino de la sociedad en su conjunto.

Por todo lo anterior, en lugar de satanizarla o ponerlo como la panacea, la liberalización de las drogas debe ser discutida por la sociedad en su conjunto y no sólo por líderes de opinión o funcionarios públicos desesperados por encontrar una salida fácil y mejorar su imagen pública. No hay que olvidar que existen antecedentes de liberalización en otros países del mundo y que la tendencia dominante parece apuntar a una progresiva regulación del consumo. Después de todo es un negocio, como el alcohol o el tabaco y por lo mismo, tarde o temprano será legalizado. ¿O será que conviene dejarlo en la ilegalidad para mantener las altas ganancias que benefician tanto a sectores del estado como del mercado y una guerra para legitimar un gobierno débil y sin rumbo?

viernes, 13 de agosto de 2010

Notas para la compromisofobia

Cuando no tenga otra salida, o las que tenga carezcan de profundidad, el bizarrismo mágico les presenta una solución: la compromisofobia.

Para distraer al enemigo, aquí les pongo uno de sus fundamentos teóricos:

“-Vos -dijo Gregorovius, mirando otra vez el suelo- escondés el juego.

“-Elucidá, hermano, me harás un favor.

“-Vos -insistió Gregorovius- tenés una idea imperial en el fondo de la cabeza. ¿Tu derecho de ciudad? Un dominio de ciudad. Tu resentimiento: una ambición mal curada. Viniste aquí para encontrar tu estatua esperándote al borde de la place Dauphine. Lo que no entiendo es tu técnica. La ambición, ¿por qué no? Sos bastante extraordinario en algunos aspectos. Pero hasta ahora todo lo que te he visto hacer ha sido lo contrario de lo que hubieran hecho otros ambiciosos. Etienne por ejemplo, y no hablemos de Perico.

“-Ah -dijo Oliveira-. Los ojos a vos te sirven para algo, parece.

“Exactamente lo contrario -repitió Ossip-, pero sin renunciar a la ambición. Y eso no me lo explico.

“-Oh, las explicaciones, vos sabés... Todo es muy confuso, hermano. Ponele que eso que llamas ambición no pueda fructificar más que en la renuncia. ¿Te gusta la fórmula? No es eso, pero lo que yo quisiera decir es justamente indecible. Hay que dar vueltas alrededor como un perro buscándose la cola. Con eso y con lo que te dije del derecho de ciudad debería bastarte, montenegrino del carajo.

“-Entiendo oscuramente. Entonces vos... No será una vía como el vedanta o algo así, espero.

“-No, no.

“-¿Un renunciamiento laico, vamos a decirle?

“Tampoco. No renuncio a nada, simplemente hago todo lo que puedo para que las cosas me renuncien a mí. ¿No sabías que para abrir un agujerito hay que ir sacando la tierra y tirándola lejos?.

“-Pero el derecho de ciudad, entonces...

“-Exactamente, ahí estás poniendo el dedo. Acórdate del dictum: Nous ne sommes pas au monde. Y ahora sacale punta, despacito.”

Parte del capítulo 30 de Rayuela

jueves, 12 de agosto de 2010

La Depresión en los jóvenes


Es alarmante la cantidad de adolescentes y jóvenes adultos que pasan, o han pasado alguna vez, por una crisis depresiva (si bien el problema se presenta en personas de todas edades y a causa de múltiples factores), y que debido a ciertos rasgos caracterológicos de la vida social, asume formas cada vez más coercitivas. Esta clase de crisis conduce con demasiada frecuencia al fomento de paliativos transitorios que lejos de extirpar el problema de raíz intensifican aún mas el estado de desorden emocional de la persona y hacen surgir nuevos impulsos destructivos. La cuestión es tratar de ubicar la causa esencial de la depresión (que aquí –aclaro- defino y desarrollo en términos estrictamente existenciales) en tiempos en que principalmente los jóvenes se han vuelto victimas muy recurrentes.

En su proceso de vida, toda persona se ve en la necesidad, por un lado, de satisfacer su condición biológica, y por otro, de resolver el enigma de la existencia. Quizá la razón fundamental –sin detenernos a analizar particularidades- por la cual los jóvenes entran en depresión, es a causa de su incapacidad para darle sentido a sus vidas. En un sistema económico-social que requiere la estandarización de los seres humanos, la vida de todo individuo tiene valor en tanto que su “bagaje” intelectual, cultural, y de aptitudes, corresponde a lo que socialmente es esperado –acaso exigido- de ella o él.

Este proceso de despersonalización, que comienza desde los primeros años de vida y se profundiza durante la juventud, predispone al individuo a depender enteramente del mundo exterior, a subordinar su estado emocional a fuerzas ajenas, imposibles de dirigir. Cuando no existe una sincronización entre aquello que se espera de uno y aquello que conforme a mi capacidad y voluntad soy capaz de ofrecer, sumado a la ausencia de condiciones sociales y económicas que brinden una plataforma para la realización de la individualidad, el resultado es un conflicto existencial que regularmente se torna depresivo. Las drogas, el alcohol, la búsqueda de un “objeto” al cual “amar”, el retraimiento, la despreocupación, constituyen atenuantes efímeros, soluciones insuficientes al problema de la depresión.

Un primer paso en el combate a este problema tendría que ser la creación de programas académicos que en lugar de proporcionar una educación estrictamente técnica-laboral incluyan, mayormente, estudios sociales y humanísticos que otorgen al joven estudiante un marco de valores, principios y conocimientos que le auxilien en la búsqueda de una respuesta al problema de la existencia humana a fin de evitar -al menos en la medida en que sea posible- el desorden emocional y las crisis depresivas en una etapa que de por si resulta compleja y conflictiva.

El gigante de las siete leguas (Parte 1)

Cubadebate

Comentarios de Fidel Castro sobre el libro de Andrés Manuel López Obrador, ex-gobernador del distrito electoral de Ciudad de México

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=111263

lunes, 9 de agosto de 2010

Entristécete, que viene lo peor porque vamos para atrás, ¿y no hay nadie que se encargue?

Cuando los procesos electorales dan inicio se vuelve a engrasar una maquinaria vieja, anquilosada, derruida por el paso del tiempo, pero sobre todo por el paso de los individuos.

Los partidos políticos inician sus “procesos democráticos” de selección de los mejores cuadros.

Por ejemplo, desde la Presidencia de la República se busca poner un alto al joven candidato de Córdoba, aliado indiscutible de la Fidelidad, con un candidato alto, fuerte, goleador: Carlos Hermosillo.

La lógica democrática es perfecta: la televisión es el punto medular de toda campaña política, y un conocidísimo futbolista de altos vuelos va a derrotar a un “inexperto” joven, sobre todo por su gran pasado político: Cruz Azul, Chivas, y no sé cuántos equipos más.

El día de la elección la gente hace su parte. Sólo el cinco por ciento de los votantes reales se dicen ser “corporativos”. El resto, un mercado en crecimiento para las empresas de compra de votos, embarazamiento de urnas y “operación política”.

Un día después de la elección entra en juego el Poder Judicial de la Federación o el estatal. Por recordar sólo un caso, en 2006 el Tribunal Electoral dijo que los empresarios habían influido en campañas mediáticas oscuras, pero que no era razón suficiente para desechar la elección.

Andrés Manuel pensaba distinto y les dijo que volvieran a contar los votos, pero el mismo Poder Judicial dijo que cómo iba a ser posible tal barbaridad -y tiempo después se modificó la ley para que en casos muy apretados (como 2006) todos los votos se volvieran a contar.

Después de eso las instituciones regresan a su trajín diario. Una burocracia ineficiente, servil se apropia del “desarrollo del Estado” y al resto de los seres humanos nos queda esperar que nos lleguen las soluciones por la gloria del progreso y el presidente Alemán.

Así, un acto que debería tener consecuencias políticas inmediatas resulta ser una cohetón que nunca explota, y que además no puede explotar. Ir a votar, por supuesto.

Con los cambios de administraciones se crean grupos, gabinetes, asociaciones y todo tipo de instrumentos para dirigir a los ciudadanos.

Pero los ciudadanos cada vez lo son menos: no hay interacción de los procesos legislativos con los habitantes del país en el que se dice legislar (México, por supuesto); no hay una comunicación real entre las personas que toman las decisiones y los afectados (sólo la hay entre las personas que toman las decisiones y los beneficiados); no hay ningún proyecto integral (llámase integral al que involucre presupuestos participativos, reformas ciudadanas de la ley, cooperativas emprendedoras si se quiere) para el beneficio colectivo: lo hay para el beneficio privado.

Y he aquí el momento de la ideología.

Desde el siglo XIX han existido grandes batallas en el centro de la economía mundial por el control de las ideas. Sobre todo, por el control de los medios que permiten comunicar las ideas. Al principio fueron las nacientes organizaciones estatales (“Este poder ejecutivo, con una inmensa organización burocrática y militar, con su compleja y artificiosa maquinaria de estado, un ejército de funcionarios que suma medio millón de hombres, junto a un ejército de otro medio millón de hombres, este espantoso organismo parasitario que se ciñe como una red al cuerpo de la sociedad francesa y le tapona todos los poros, surgió en la época de la monarquía absoluta, de la decadencia del régimen feudal, que dicho organismo contribuyó a acelerar [...] Napoleón perfeccionó esta máquina del estado [...] Todas las revoluciones perfeccionaban esta máquina, en vez de destrozarla". Tomado de José Aricó, Introducción al texto de Simón Bolívar escrito por Marx. La cita es de Marx) y luego los grandes corporativos internacionales.

El desarrollo tecnológico nos trajo el cine, la televisión y con ellos, la desgracia del bombardeo cultural de la potencia hegémonica, la enajenación de los individuos que se traduce en “ciudadanos que no participan”, democrátas apáticos.

El “imperio yanqui” atacó duramente las ideas que contravenian el liberalismo emprendedor. Cuando la batalla fue ganada, paradójicamente también fue perdida. Las contradicciones de todo sistema humano se fueron haciendo evidentes en el liberalismo, y para su desgracia los daños al medio ambiente ocasionados por la producción desmedida también.

Con los años las “instituciones” que regían el mundo han comenzado a decaer en un proceso natural, de desgaste pero también de transformación.

Y cada vez la injerencia de una sola cultura en las culturas dominadas viene a ser menor.

Pero eso no quiere decir de modo alguno que el panorama es alentador.

La disminución de los embistes culturales son reflejo de una decadencia económica también. Las crisis recurrentes del sistema capitalista son cada vez mayores y más desgastantes, lo que quiere decir que cada vez provocan mayor descontento social y, para desgracia nuestra, amplían la diferencia entre los acaudalados y los que no.

Esto, llevado a la “instituciones”, quiere decir que cada vez tienen menores posibilidades de incidir en la vida colectiva.

Y nada tiene que ver con Veracruz.

Es un proceso del aparato nacional, y de toda la organización estatal en su conjunto, evidentemente afectada por las crisis del centro del sistema económico mundial.

Por lo mismo, una administración siempre será insuficiente para resolver los problemas sociales.

¿Quién asegura que un grupo de personas pueden mejorar la vida de todos, si muchas veces uno solo no puede arreglar su vida?

¿Quién asegura que se puede ir mejor, sin saber a ciencia cierta por dónde empezar, si por la seguridad o por la estrategia mediática? (Nótese la ironía.)

Las “instituciones” no representan a la comunidad del mismo modo en que la Selección Mexicana de la FMF no representa al país, sino a los intereses de grupo.

Quien crea lo contrario, que deslea lo que hasta aquí leyó.

viernes, 6 de agosto de 2010

Generación Y


Las generaciones añejas y caducas (sin afán de ofender al grueso de mis lectores, pero si con la intención de provocar la confrontación dialéctica generacional) nos acusan a los jóvenes (generación Y –personas nacidas entre 1982 y 1992) de ser negligentes, apáticos, inmorales, insolentes, en una palabra, valemadres. No saben que cargar con el lastre, el peso de toda una generación muerta (generación X) es ya por sí solo una hazaña homérica.

Si bien no pretendo emprender la necia faena de reivindicar/exculpar a mi vituperada generación, al menos sí quisiera sentar un precedente en la defensa de nuestra integridad generacional, pues, a mi modesto entender, la generación “Y” no puede ni debe ser condenada tan severa y enérgicamente sin antes echar un solícito vistazo a la enmarañada época que le tocó vivir:

La evolución alienante de los medios de comunicación (Internet, teléfono móvil, televisión por cable); la aparición de los videojuegos en detrimento del ocio al aire libre; el brote exponencial de tribus urbanas estrafalarias (punks, metrosexuales, fresas, emos etc.) y las crisis identitarias; la abrupta masificación de las drogas; el inusitado brote de enfermedades de transmisión sexual; el fracaso rotundo del matrimonio (monogamia); el incómodo advenimiento de la promiscuidad femenina; el estrepitoso colapso de las instituciones otrora veneradas (estado, iglesia); la propagación de institutos tecnológicos (técnica enajenante) en reemplazo de las universidades (conocimiento universal); la defunción de la utopía y la esperanza; la mercantilización creciente de las relaciones inter-personales (“los norteamericanos no tienen amigos, tienen socios”); el desplazamiento de Carlos Marx (tenaz crítico de la injusticia) en provecho de Carlos Cuauhtémoc (Mesías de la auto-ayuda). (“El código moral del fin del milenio no condena la injusticia sino en el fracaso” –Eduardo Galeano).

En la era de la generación Y, la desavenencia en relación con el statu quo se juzga como un acto de locura, de desvarío, de excentricidad –en el mejor de los casos-. Los antiguos mecanismos de censura fueron reemplazados por la auto-censura: las opiniones difícilmente desbordan los cercos ideológicos del “orden”. Si le sumamos el descrédito que presupone remar contracorriente el resultado obligado es una generación entera en estado de desorientación –estancamiento- cultural e intelectual.

Lo único alentador en medio de esta truculenta y aciaga trama es el escepticismo irreductible que ronda por suerte en las conciencias de los jóvenes. No creer en “nada” es un síntoma –aunque precario- de rebeldía: los esfuerzos minúsculos, acotados, puramente individuales, poco o nada contribuirán para el gran cambio que precisa urgentemente la actual sociedad. (“Los pequeños cambios son los enemigos del gran cambio” –Brecht).

Ryszard Kapuscinski, periodista polaco, asegura que los más jóvenes siempre tendrán la razón, a pesar de la inextinguible resistencia de los viejos. Si esta generación llegara a alcanzar una consciencia considerablemente crítica en el tiempo que le resta de juventud (la condición natural del joven es la rebeldía) bien podría modificar drásticamente el curso irreflexivo y apático que las viejas generaciones le atribuyen.

“Capítulo XIII. De las leyes”

La política no conoce al bizarrismo mágico. Por eso no sabría cómo elegir nada más a cien ilustres veracruzanos para integrar un gabinete. El bizarrismo mágico diría: se harán nombramientos nada más a los que no tendrán nombramientos.

Trazar las líneas estratégicas de acción en el bizarrismo mágico significa conocer a detalle los planes de Jimmy y Jesús para el Papaloapan, un concurrido “negocio” de Xalapa.

Hablar de la seguridad nacional, sería hablar de la compra de armas en Estados Unidos y la preocupante estadística de que la Iniciativa Mérida apenas va por el veinte por ciento.

El bizarrismo mágico dice: huye de los reflectores, aléjate a la vida contemplativa.

“Entonces un abogado dijo: ¿Y qué nos dices de nuestras Leyes, maestro?

“Y él contestó:

“Os deleita promulgar leyes, pero os deleita más infringidas: En esto sóis como niños que juegan en la playa, y que, con paciencia, construyen castillos de arena, para luego destruirlos regocijadamente.

“Pero mientras hacéis vuestros castillos de arena, el océano lleva más arena a la playa, y cuando los derribáis, el océano rie con vosotros.

“En verdad, el océano rie siempre con el inocente.

“Pero, ¿qué decir de aquellos cuya vida no es un océano, y para quienes las leyes humanas no son castillos de arena, sino que consideran la vida como una roca, y las leyes como un cincel, con el que la esculpen a su semejanza e imagen?

“¿Qué decir del inválido que odia a los bailarines? ¿Qué del buey que ama su yugo y considera criaturas extrañas y vagabundos a los venados y alces del bosque?

“¿Qué de la vieja serpiente, que ya no puede cambiar de piel, y que tacha a las demás de desnudas y desvergonzadas?

“Y, ¿qué decir del invitado que llega temprano al banquete de bodas, y que una vez ahíto y cansado se marcha, diciendo que todas las celebraciones son violaciones a la ley, y que los que festejan son infractores?

“¿Qué diré de todos estos, sino que también ellos se yerguen ante la gloria del Sol, pero de espaldas a él?

“Sólo ven sus propias sombras, y estas sombras constituyen para ellos la ley.

“Y, ¿qué es el Sol para ellos? Sólo un creador de sombras.

“Y, ¿qué es reconocer las leyes, sino inclinarse, y trazar sus sombras en la tierra?

“Mas vosotros, los que camináis de cara al Sol, ¿qué imágenes dibujadas en la tierra pueden reteneros?

“Vosotros, los que viajáis con el viento, ¿qué veleta dirigirá vuestro rumbo?

“¿Qué ley humana puede obligaros, si sólo rompéis vuestro yugo contra las puertas de una prisión peor que las de los hombres?

“¿Qué leyes os inspirarán temor, si danzáis, pero sin tener que tropezaros con los grilletes de los hombres?

“Y, ¿quién osará juzgaros, si rasgáis vuestras vestiduras, pero sin dejarlas en un camino que transiten los hombres?

“Pueblo de Orfalis: podéis enfundar el tambor, y podéis aflojar las cuerdas de la lira; pero, ¿podéis ordenar a la alondra de los cielos que no cante?”

Gibran Jalil Gibran, en El profeta.

jueves, 5 de agosto de 2010

Los toros y la democracia directa

La reciente ley aprobada en el Parlamento catalán que prohíbe las corridas de toros a partir del 2012 surgió de una iniciativa popular promovida por el grupo ciudadano Prou! (Basta) y fue respaldada por más de 180 mil firmas de ciudadanos y ciudadanas catalanas. Este hecho me parece una muestra contundente del poder de la democracia directa y de sus posibilidades para vigorizar a la política y a la democracia.

El proceso por medio del cual la sociedad catalana ha decidido acabar con una tradición -que para muchos define de manera inequívoca la identidad de España y su población- ha generado una interesante discusión con respecto a la pertinencia de un rasgo cultural. El diputado del Partido Popular, Rafael Luna, sostiene que detrás del resultado de la votación existe un sentimiento antiespañol y además afirma sin miramientos que los animales no “tienen derechos individuales” (sic).

Más allá de las diversas posturas que se puedan adoptar frente a esta polémica el proceso en sí revela la capacidad de una comunidad política por mirarse a sí misma, interviniendo directamente en los asuntos culturales y políticos que considera importantes. El hecho de que todo haya empezado con una iniciativa popular demuestra la importancia y las posibilidades de la democracia directa como mecanismo de participación ciudadana.

La comunidad catalana asumió la responsabilidad de enfrentar el cambio social poniendo en cuestión las tradiciones, que no necesariamente son intocables y sagradas. Este gesto nos habla de una sociedad en movimiento, dinámica y responsable. Si bien es cierto que no todos los catalanes comparten la idea de acabar con las corridas, es evidente que en cualquier parte del mundo las leyes no necesariamente gozan de unanimidad.

Así las cosas, el triunfo de la comunidad catalana es doble: por un lado inaugura en Cataluña un mecanismo de democracia directa con éxito; por el otro, demuestra que la ciudadanía puede y debe participar en la definición de su presente y su futuro, limitando el papel de las burocracias partidistas y de los gobiernos para administrar el cambio social. Ojalá que el ejemplo sirva para que los ciudadanos de otros países tomen conciencia de su capacidad para cambiar sus condiciones de vida. De otro modo seguiremos supeditados a las necesidades de unos cuantos, que enarbolando la idea del interés general seguirán imponiendo sus intereses en contra de la sociedad en su conjunto.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Alégrate que viene lo mejor porque vamos para adelante, y de eso yo me encargo

I

De las estatuillas italianas, los zapatos iraquíes y los botines de Naolinco.
Opción a: aventarle un botín Victoria a Felipe Calderón.
Opción b: tirarle un zapato iraquí a George Bush.
Opción c: lanzarle una estatuilla italiana a “Benito” Berlusconi.
Cualquiera de las opciones que quiera, la modernidad ha creado nuevos espacios de comunicación entre las clases gobernantes -generalmente acaudaladas, arropadas por negocios en lo oscurito y, como celebraba el célebre Yayo Gutiérrez, con negocios lisitos, más que lícitos- y todos aquellos que nos preciamos de vivir en el error (traducción: fuera del presupuesto).
Por eso ahora los caminos de la vida pasaron a ser los caminos del bizarrismo mágico, expresión que tiene como fundamento la línea del tiempo que Robin Matus irá a entregarle a Sergio Pitol la próxima semana.

II
Como de todos modos desde la política los políticos hacen puras cosas que no tienen pies ni cabeza, desde las tribunas como ésta que usted, sensual lectora, ilustre lector, tienen a bien visitar, pues no podemos quedarnos atrás y seguimos con el ejemplo a nuestras autoridades.
Así, he querido inventar la primera columna política que no habla de los políticos, porque casi no hay nada que decir de ellos. Mejor es decirles a ellos qué hacer.

De los planes, nombramientos y otros menesteres indignos de un cronopio

Ya que en la actual crisis sistémica el panorama se vislumbra poco alentador, oscuro en sus principios, en sus medios y en sus finales, y faltaba más, con el completo (des)apoyo de la federación, lo único que nos queda a nosotros, los que como veracruzamos sí votamos por el que debíamos votar, he aquí algunas líneas estratégicas de acción.
1. “Yo no tendré nada que ver con su Revolución a menos que las cabezas comiencen a caer como granizo”.
La visita de Carlos Slim y Lorenzo Zambrano a Washington tuvo algunos pormenores indignos de detallarse: las palabras de Calderón, y la actitud entera de las “instituciones” nacionales.
La solución a todos nuestros problemas, nos aseguran los hechos, vendrá de un liderazgo fuerte, comprometido con el desarrollo de un grupo en particular de la población. Así es como hemos de fortalecer nuestra competencia, nuestra libre empresa, nuestro desarrollo neoliberal.
México, país competitivo, debe fortalecer sus vínculos de cooperación con otros países tan desarrollados como el nuestro. El caso de los más de cinco mil policías mexicanos entrenados por las fuerzas del orden colombianas no debe preocuparnos.
Tampoco que durante los años noventa México haya sido el país con más militares entrenando en la Escuela de las Américas, antes avencidada en Panamá y ahora con su campus en los Estados Unidos.
“La fortaleza de nuestro desarrollo está ligada a la solidez de nuestra democracia.”
Los grandes avances en la consolidación de nuestros procesos electivos han sido ampliamente innovadores: ahora incluso los estudios de la calidad democrática son los que han encontrado los diez mandamientos de Moisés.

2. “Vamos a salir a pelear contra alacranes gigantes por la democracia”
Con el escudo mágico chamánico usted podrá rechazar toda clase de autoridad y le podrá espetar cuanto improperio pueda vituperar mientras traiga el escudo espiritual, antroposcómico y musical.

3. “Lo que pasa es que la banda está bizarra, está bizarra, está bizarra”
Las Palabras. A las palabras se les pueden poner más palabras, anteponerle palabras a las palabras.
Octavio Paz las mató, las baleó.
Jaime Sabines las perfumó.
José Emilio Pacheco ha vivido toda su vida con ellas.
Y Los Reyes las llaman ¡perras sedientas!
Pero son las l-e-t-r-a-s las que más les preocupan.
El sonido que producen sus choques, estrambótico
o los giros inesperados, raros.
Las palabras son llevadas por el viento y son el viento mismo.
También las palabras nos cuentan la historia, la de las personas con voz y la de las personas sin voz.
Unos las escriben, otros las leen. Hay quienes las recitan de memoria y otros que las inventan, las transforman, las cambian por otras, camaleones.
Con las palabras se pueden contar historias porque están llenas de vida.
Las palabras son la vida misma.
No La Palabra.